El presidente de Argentina, Mauricio Macri, visitó la sede de la Corte Penal Internacional (CPI) y de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), en La Haya, sur de Holanda, donde también mantuvo un encuentro con los funcionarios argentinos de estas instituciones.
En su segundo día de visita de Estado a Holanda, Macri llegó a la sede de la CPI y fue recibido en el acceso principal por la presidenta del tribunal, la argentina Silvia Alejandra Fernández de Gurmendi.
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Ambos mantuvieron una conversación de unos 20 minutos, en la que estuvo presente también la fiscal jefe del tribunal, la gambiana Fatou Bensouda,
Fernández expresó, en una nota, su "gratitud" por la visita de Macri a la CPI, un tribunal -dijo- que garantiza "justicia a las víctimas, incluida la reparación del daño que han sufrido", y "ejerce un papel clave en la lucha contra la impunidad".
Por su parte, Macri reafirmó "el compromiso contundente de Argentina frente a la CPI que tiene como objetivo proteger a las víctimas de los crímenes más graves que preocupan" a la comunidad internacional.
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Antes de partir hacia la OPAQ, Macri recorrió parte de las dependencias judiciales y tuvo un breve encuentro con los empleados argentinos de la CPI en la entrada del edificio.
Posteriormente, el jefe de Estado argentino fue recibido por el director general de la OPAQ, el turco Ahmet Üzümcü, quien le mostró la placa conmemorativa de la Declaración de Mendoza por la que Argentina, Brasil y Chile se comprometieron a prohibir la fabricación y uso de las armas químicas y biológicas.
Con información de EFE