Un grupo de esposas y madres rusas exigieron a Vladimir Putin, que deje de enviar a sus esposos e hijos «al matadero» obligándolos a unirse a grupos de asalto sin la capacitación o los suministros adecuados.
El Político
En un video, las mujeres dijeron que sus seres queridos habían sido “obligados a unirse a grupos de asalto” a principios de marzo a pesar de haber recibido solo cuatro días de entrenamiento desde su movilización en septiembre, reportó CNNEspanol.
En detalle
El video muestra a las mujeres sosteniendo un cartel en ruso que dice: “580 División Separada de Artillería de Obús”, con fecha del 11 de marzo de 2023.
“Mi esposo… está ubicado en la línea de contacto con el enemigo”, dice una mujer en la grabación.
“Nuestros [hombres] movilizados son enviados como corderos al matadero para asaltar áreas fortificadas, cinco a la vez, contra 100 hombres enemigos fuertemente armados”, continuó.
En contexto
El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés) estima que Rusia ha sufrido más bajas en un solo a?o en Ucrania que en cualquier otro conflicto en que haya participado desde la II Guerra Mundial, y que las fuerzas rusas se encuentran ahora enfangadas en una «guerra de desgaste» que requerirá, con casi total certeza, del apoyo a largo plazo de Occidente si quiere que Kiev salga victorioso del conflicto.
Según el grupo, Rusia ha padecido entre 60.000 y 70.000 muertes en combate en Ucrania entre febrero de 2022 y febrero de 2023, entre militares regulares, combatientes de las milicias prorrusas, y contratistas de empresas militares privadas como el Grupo Wagner. Esta cifra de muertos supera al número combinado de caídos de todos los conflictos con presencia soviética o rusa desde 1945.
En general, Rusia ha sufrido entre 200.000 y 250.000 bajas en total (contando personal herido, muerto y desaparecido) durante el primer año de la guerra. Estas estimaciones de bajas también incluyen soldados rusos regulares, milicianos y contratistas privados.
En conclusión
La decisión de Rusia de enviar a cientos de miles de personas a luchar en los campos de batalla de Ucrania ha generado disidencia y protestas y ha llevado a muchos rusos, en particular a los jóvenes, a huir del país.
“Huimos de Rusia porque queremos vivir”, dijo previamente a CNN un hombre que pidió no ser identificado para proteger a sus seres queridos. “Tenemos miedo de que nos puedan enviar a Ucrania”.
Las familias de los hombres rusos reclutados han criticado la movilización, diciendo que está plagada de asuntos como problemas de disciplina y falta de liderazgo de los oficiales de rango medio, capacitación inexistente y dificultades logísticas como uniformes insuficientes, mala alimentación y falta de suministros médicos.