Manifestantes incendiaron el jueves una comisaría de policía en Minneapolis, que los agentes se habían visto obligados a abandonar antes cuando la tercera jornada de protestas violentas por la muerte de George Floyd, un afroestadounidense esposado que suplicaba poder respirar mientras un policía blanco lo inmovilizaba poniéndole la rodilla sobre el cuello, se extendieron a la cercana St. Paul y a otras partes del país.
El Político
Un vocero de la policía confirmó el jueves en la noche que el personal había sido evacuado de la comisaría del 3er distrito, el centro de muchas de las protestas, “en interés de la seguridad de nuestro personal” poco antes de las 22:00. Un video en vivo mostró a manifestantes accediendo al inmueble, donde las alarmas de incendios y los aspersores se activaron a medida que se prendían incendios
Pudo verse a manifestantes quemando una chaqueta del Departamento de Policía de Minneapolis y vitoreándolo.
También el jueves en la noche, el presidente del país, Donald Trump, criticó la “total falta de liderazgo” en Minneapolis. “Acabo de hablar con el gobernador Tim Walz y le dije que el ejército está con él. Cualquier dificultad y asumiremos el control pero, cuando comience el saqueo, comienzan los tiroteos”, dijo en Twitter.
Las protestas comenzaron el martes, un día después de la muerte de Floyd en una confrontación con la policía que fue grabada por un viandante y que se ha hecho viral. En las imágenes puede verse a Floyd, tendido en el piso, suplicando mientras el agente de policía Derek Chauvin lo inmoviliza con la rodilla sobre su cuello. Según pasan los minutos, Floyd deja lentamente de hablar y moverse. El 3er distrito cubre la parte sur de Minneapolis donde fue arrestado Floyd.
El gobernador de Minnesota, Walz, activó antes en el dia a la Guardia Nacional a petición del alcalde de Minneapolis, pero no estuvo claro de inmediato cuándo ni cómo se van a desplegar, y no pudo verse a ninguno de sus efectivos durante las protestas en Minneapolis o St. Paul. La Guardia tuiteó minutos después de la quema de la comisaría que había movilizado a más de 500 soldados en la zona metropolitana.
La Guardia dijo que un “objetivo clave” era asegurar que los departamentos de bomberos pudiesen responder a los avisos, y en otro tuit explicó que estaba “aquí con el Departamento de Bomberos de Minneapolis” para ayudar. Pero no se tomaron medidas para extinguir las llamas en la comisaría. Bryan Tyner, subdirector del departamento de bomberos, dijo que sus efectivos no pudieron trabajar con seguridad ni en el inmueble ni en algunos edificios próximos.
Antes en el día, docenas de negocios en las Ciudades Gemelas tapiaron sus escaparates y puertas con tablas para tratar de prevenir los saqueos, mientras Target, una cadena minorista con sede en Minneapolis, anunció que cerrará temporalmente dos docenas de tiendas en la zona. Minneapolis suspendió casi todos sus servicios de tren y bus hasta el domingo por motivos de seguridad.
En St. Paul, las nubes de humo flotaban en el aire mientras agentes ataviados con porras, máscaras antigás y equipos de protección corporal vigilaban a los inconformes en una de las principales calles comerciales de la ciudad, donde los bomberos tuvieron que sofocar una serie de pequeños incendios. Llegado un punto, los policías formaron una fila ante un establecimiento Target para tratar de impedir la entrada de saqueadores, que también rompían los vidrios de otros negocios.
Cientos de manifestantes regresaron el jueves al vecindario de Minneapolis en el centro de la violencia, donde el ambiente nocturno oscilaba entre las airadas protestas y una fiesta callejera. En momento dado, una banda que tocaba en un estacionamiento frente al 3er Precinto policial, el foco de las movilizaciones, interpretó una versión punk de la canción de Bob Marley “Redemption Song”. Cerca de allí, manifestantes cargaban con maniquíes de ropa de un Target saqueado y los arrojaban a un auto en llamas. Más tarde, hubo un fuego en un inmueble cercano.
Pero en otras zonas de Minneapolis, miles de personas marcharon de forma pacífica por las calles reclamando justicia.
Las protestas se han extendido a otras ciudades estadounidenses. En la Ciudad de Nueva York, manifestantes desafiaron la prohibición de celebrar reuniones decretada por el coronavirus, y se enfrentaron a la policía, mientras que en el centro de Denver bloquearon el tránsito. En la víspera, se registraron movilizaciones similares en Los Ángeles y Memphis.
En Louisville, Kentucky, la policía confirmó que al menos siete personas recibieron disparos el jueves en la noche cuando los manifestantes demandaban justicia para Breonna Taylor, una mujer afroestadounidense que fue baleada por la policía en su casa en marzo.
La ciudad hizo pública el jueves una transcripción de la llamada al teléfono de emergencias 911 que llevó a la policía a la tienda de comestibles donde Floyd fue arrestado. La persona que llamó explicó que alguien pagó con un billete falso y que cuando los empleados salieron corriendo tras él, encontraron al hombre sentado en una camioneta. Según el denunciante, el hombre estaba “terriblemente borracho y no tiene control sobre sí mismo”. Preguntado por el operador del 911 sobre si el sospechoso estaban “bajo la influencia de algo”, respondió: “Algo así, sí. No está actuando bien”. Según la policía, Floyd coincidía con la descripción del sospechoso.
La Oficina del Fiscal de Estados Unidos y el FBI en Minneapolis dijeron el jueves que estaban realizando “una sólida investigación criminal” sobre la muerte. El presidente del país, Donald Trump, dijo que pidió que se acelere la pesquisa.
El FBI investiga también si se violaron los derechos civiles de Floyd.
Chauvin, el agente que inmovilizó a Floyd con la rodilla, fue despedido el martes junto a tres agentes más que participaron en el arresto.
Los periodistas de The Associated Press Steve Karnowski, Jeff Baenen y Doug Glass en Minneapolis, y Gretchen Ehlke en Milwaukee, contribuyeron a este despacho.
Con información de AP News