Manifestantes salieron a las calles de Brasil este domingo para pedir la salida definitiva de la suspendida presidenta Dilma Rousseff o en grupos más pequeños a defender su permanencia, en un clima preolímpico a cinco días del inicio de los Juegos de Rio-2016.
En Rio de Janeiro unos 4.000 manifestantes protestaron contra la presidenta izquierdista en la calzada de la playa de Copacabana, estimó un periodista de la AFP, en pleno cartón postal de esta ciudad que acogerá los Juegos Olímpicos entre el 5 y el 21 de agosto.
La policía carioca no entrega cifras sobre participación en protestas.
Varios camiones de sonido tocaban samba y el himno nacional mientras manifestantes desplegaban a pleno sol un enorme cartel con el mensaje "Fuera Dilma y prisión para Lula", el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva, antecesor de Rousseff, acosado por casos judiciales.
"Queremos nuestro país de vuelta y que esta gente se vaya", declaró Vilma Moniz Portella, una abogada de 68 años que llevaba un pequeño muñeco inflable del juez anticorrupción Sergio Moro, que lidera la investigación sobre el fraude en Petrobras que ha alcanzado a la élite política y empresarial brasileña.
El ambiente era festivo y familiar en medio de la tradicional muchedumbre que cada domingo invade la costanera carioca. Sobresalía un enorme muñeco inflable que representa a Lula como presidiario.
El ama de casa Daysa Barela, de 52 años, afirmó que la manifestación es mucho más pequeña que otras anteriores que llevaron cientos de miles de personas a la calle porque "la gente está asustada por el terrorismo o porque el Partido de los Trabajadores (PT) pueda atacarlos".
Desenlace del juicio
Pero uno de los muchos vendedores de banderas y muñecos inflables tenía una explicación bastante más probable: Lula y Rousseff ya están casi fuera de combate.
"Lula va a ser enjuiciado, está acabado. Y el tiempo de Dilma ya pasó", dijo Carlos Wellington, de 39 años, aludiendo a que el expresidente (2003-2010) y líder histórico de la izquierda irá a juicio por intentar obstruir las investigaciones del megaesquema de corrupción en Petrobras.
Es la primera vez que el fundador del izquierdista PT será sometido a juicio por este caso que develó un fraude que costó más de 2.000 millones de dólares a la petrolera para beneficiar a decenas de políticos, empresarios y funcionarios de la compañía.
Si bien el escándalo alcanzó a un amplio espectro político, el PT es uno de los más golpeados.
En la capital, Brasilia, unas 3.000 personas protestaron contra Rousseff, informó la policía. Reunidas frente a la sede del Congreso Nacional, vestían los colores verde y amarillo de la bandera brasileña y gritaban consignas contra la presidenta, apartada del poder el 12 de mayo pasado para ser enjuiciada en el Senado por supuesta manipulación de las cuentas públicas.
Quien fue su vicepresidente, Michel Temer, asumió la presidencia de manera interina y puede llegar a completar el mandato, que culmina a fines de 2018, si Rousseff es destituida definitivamente al término del proceso.
Rousseff tendrá que dejar su cargo si al menos 54 de los 81 senadores votan a favor del impeachment en la última etapa del juicio que comenzará el 29 de agosto y debe extenderse durante una semana, según un cronograma del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lewandowski, encargado de conducir las sesiones durante esa fase en el Congreso.
Con Información de MDZol