Marco Rubio, durante su audiencia de confirmación como secretario de Estado de Estados Unidos, calificó la política exterior de México como "decepcionante" en relación con los abusos que se cometen en Venezuela.
En sus declaraciones, Rubio criticó la postura de México, sugiriendo que es acomodaticia y no suficientemente firme frente a la crisis venezolana, donde el gobierno de Nicolás Maduro es visto como una "narco-dictadura".
“La economía de México, en muchos sentidos, es muy vibrante y ha logrado avances tremendos y sigue siendo una potencia regional muy fuerte”, comentó en el Senado de Estados Unidos.
Sin embargo, el diplomático reconoció que “a veces pueden resultar frustrantes para nosotros porque tienen consagrada, incluso en su Constitución, una especie de política exterior no alineada y no intervencionista con respectos a algunos de los abusos”.
“Por eso ha sido decepcionante, por ejemplo, ver la posición que han adoptado con respecto a Venezuela y otros países”, concluyó.
Rubio ha mantenido una postura dura hacia Venezuela y otros gobiernos de izquierda en América Latina. Ha abogado por sanciones más severas contra estos regímenes y ha criticado a líderes latinoamericanos que no toman una posición clara en defensa de la democracia y los derechos humanos.
En su intervención, también mencionó la importancia de una colaboración más estrecha entre Estados Unidos y México para abordar problemas como el narcotráfico y la migración.