La líder opositora venezolana María Corina Machado criticó duramente los intentos de la petrolera estadounidense Chevron por mantener su presencia en Venezuela, calificando de “absurdos” los esfuerzos de la compañía para conservar sus operaciones en el país, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos al gobierno de Nicolás Maduro.
En declaraciones recientes, Machado aseguró que “permitir que Chevron continúe operando en Venezuela solo sirve para oxigenar a un régimen que ha demostrado ser una amenaza para la región y para los propios intereses de los venezolanos”. La dirigente política insistió en que la presión internacional, especialmente a través de sanciones económicas, ha sido una de las pocas herramientas efectivas para debilitar al gobierno de Maduro y abrir la puerta a una transición democrática.
Chevron y las sanciones
Chevron, la última gran petrolera estadounidense con operaciones en Venezuela, ha solicitado en varias ocasiones renovaciones y flexibilización de las licencias que le permitan seguir operando en el país sudamericano. La empresa argumenta que su permanencia es crucial para preservar activos estadounidenses y evitar que empresas rusas o chinas ocupen el espacio dejado por firmas occidentales.
Sin embargo, Machado desestimó este argumento y afirmó que “el verdadero riesgo es perpetuar un modelo corrupto y represivo, no la presencia de otras empresas extranjeras”. Según la líder opositora, cualquier alivio de las sanciones debe estar condicionado a avances concretos en materia de derechos humanos y democracia.
Por su parte, el gobierno de Nicolás Maduro ha asegurado que continuará operando los campos petroleros que Chevron tendría que abandonar en caso de una retirada definitiva. El ministro de Petróleo, Pedro Tellechea, declaró recientemente que “Venezuela tiene la capacidad y la experiencia para mantener e incluso aumentar la producción en estos bloques, con o sin Chevron”.
Contexto internacional
Estados Unidos endureció las sanciones contra el sector petrolero venezolano en 2019, como parte de una estrategia para presionar la salida de Maduro del poder.
Desde entonces, la administración estadounidense ha revisado periódicamente las licencias otorgadas a empresas extranjeras, entre ellas Chevron, evaluando su impacto en la economía venezolana y en los esfuerzos por restaurar la democracia.
Machado concluyó sus declaraciones haciendo un llamado a la comunidad internacional a “no ceder ante presiones empresariales” y a “mantener la firmeza” hasta lograr una transición política en Venezuela.