Hace unos días la periodista rusa Marina Ovsianikova se hizo viral tras interrumpir un noticiero de la TV de su país con un mensaje en contra de la Guerra, hoy ella vuelve a ser noticia luego de que saliera a la luz que rechazó una oferta de asilo diplomático que le hizo Francia.
El Político
Ovsianikova declaró para medios alemanes que rechazar este ofrecimiento no se debió a un acto de ingratitud, sino que no quiere dejar de vivir en Rusia.
“No quiero dejar nuestro país. Soy una patriota, mi hijo lo es aún más. En ningún caso queremos irnos, no queremos irnos a ningún lado”, advirtió la mujer en declaraciones entregadas a la revista Der Spiegel, y recogidas en una publicación difundida este miércoles, horas después de recobrar su libertad.
El ofrecimiento de asilo
Reporta Semana que luego de que el pasado lunes la mujer sorprendiera al mundo al haber irrumpido en el set del medio de comunicación para el que trabaja, motivo por el que autoridades de su país la detuvieron minutos después, la preocupación por su paradero y suerte se hizo mundialmente compartida a través de las redes sociales, impulsando a que incluso el interés por su bienestar fuera acogido por el mismo presidente de Francia, Emmanuel Macron.
En ese momento, el presidente francés se manifestó dispuesto a extenderle un ofrecimiento de “protección consular” a la mujer de 43 años, consciente de los efectos que podría haber tenido su ‘acto de rebeldía’, más aún, luego de que en días pasados, la legislación de Rusia aprobara un paquete de sanciones y castigos contra quien difundiera información que, a los ojos del Kremlin, resultara falsa o que estuviera orientada a generar el descrédito de su Ejército.
Incluso, Macron había manifestado públicamente que estaba dispuesto a manifestar su ofrecimiento, y hacerlo evidente en la próxima reunión telefónica con su homólogo ruso, Vladimir Putin.
El ofrecimiento estaba orientado a brindar protección a Ovsiannikov en su sede diplomática o consular, e incluso, eventualmente, podría prever un desplazamiento a territorio galo.
Fuente: Semana