La crispación por el borrador de un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos que eliminaría la protección federal al derecho al aborto no se hizo esperar. Desde la misma noche de la filtración, hubo protestas frente a la sede de la cabeza del Poder Judicial. Las ha habido a lo largo y ancho del país. La sede de una organización contra el aborto en Wisconsin fue vandalizada e incendiada.
Alejandro Armas/El Político
En teoría, si la sentencia se concreta tal como aparece en el borrador, se espera que más o menos la mitad de los estados proscriba total o casi totalmente el aborto. Pero las inquietudes sobre una expansión de las restricciones al resto del país ya están en acción. Incluso se teme que el fallo dé pie a limitaciones en otros ámbitos.
¿Hasta dónde puede llegar esta reacción conservadora? Veamos.
Propagación nacional
Hoy, ser demócrata o republicano en EE.UU. está casi completamente correlacionado con estar a favor o en contra del aborto, respectivamente. En teoría, la sentencia de la corte permitiría a las mujeres que quieran someterse a un aborto pero viven en un estado que lo prohíbe hacerlo en otro que sí lo permita. Con miras a la ejecución del fallo, algunos gobiernos estadales controlados por demócratas se comprometieron a facilitar el proceso.
Inversamente, gobernadores republicanos advierten que pudieran demandar a los médicos radicados en estados permisivos que practiquen abortos a redidentes de estados restrictivos. El resultado sería un sinfín de entuertos judiciales.
Republicanos inconformes con este hipotético escenario han indicado su intención de conseguir un patrón restrictivo homogéneo. Por ejemplo, el senador Kevin Cramer dijo que cabe esperar que activistas anti aborto exijan prohibiciones a nivel nacional. Otra senadora, Joni Ernst, pudiera estar por introducir un proyecto de ley que proscribiría el aborto después de la sexta semana de gestación.
Teniendo en cuenta la alta probabilidad de que los republicanos tomen el control del Congreso en las elecciones de noviembre, nada de esto se puede descartar.
¿La sexodiversidad en la mira?
No siempre es así, pero es bastante común que los detractores del aborto se opongan asimismo a los derechos de las personas Lgbtiq por razones religiosas. Eso incluye a magistrados en el ala conservadora de la Corte Suprema de EE.UU. Por eso, la sentencia que eliminaría el derecho al aborto les ha puesto los pelos de punta las personas sexodiversas en ese país.
El juez Samuel Alito, autor del fallo anti aborto, manifestó en el borrador que las consideraciones detrás de la sentencia son ajenas a temas que no involucran el fin deliberado de embarazos. Pero esta aclaratoria no tranquiliza mucho a la comunidad sexodiversa.
El razonamiento del fallo es que la Constitución norteamericana no establece un derecho al aborto, el cual “tampoco tiene una larga trayectoria en la historia y costumbres de EE.UU.”. Lo mismo pudiera decirse del derecho de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio.
Obergefell vs. Hodges, la sentencia de la Corte Suprema que brinda protección constitucional al matrimonio homosexual, data apenas de 2015. Roe vs. Wade, la que hace lo mismo con el aborto y que estaría por ser revocada, es mucho más antigua: de 1973. Y cuando Obergefell vs. Hedges se decidió, Alito y otros jueces conservadores se opusieron.