Ya están ocupando sus puestos los magistrados del "nuevo" Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela, designados por la Asamblea Nacional afín a Nicolás Maduro. Los nombramientos han sido ampliamente denunciados por partidos de oposición y por la sociedad civil como una reafirmación del dominio chavista del Poder Judicial.
Alejandro Armas/El Político
Pero, apartando aquel tema, el reacomodo, que no reforma, del TSJ ofrece otras lecturas de interés. A saber, la composición de la corte refleja el equilibrio de poderes entre las distintas facciones de la elite gobernante. Cada una tiene sus propios intereses que promover, en parte con figuras afines en los poderes públicos.
Entender dicho equilibrio es importante. Ante la poca probabilidad de un cambio de régimen en el corto y mediano plazo, es el pulso entre facciones del chavismo el que determinará el futuro del país próximamente.
Los ganadores
Probablemente el que salió más beneficiado, y dio más muestras de poder, es el entorno del propio Maduro (el cual, aunque se trate del Presidente, no es omnipotente ante otras facciones). Dos de los ingresos más notables en el TSJ corresponden a personas consideradas cercanas a Cilia Flores, esposa de Maduro y otra de las figuras más influyentes en el régimen.
Una de ellas es Gladys Gutiérrez, quien ya fue magistrada del TSJ en la década pasada y además presidió por años el Poder Judicial. Luego estuvo por breve tiempo en el rectorado del Consejo Nacional Electoral (CNE). Más tarde aún fungió como representante del régimen de Maduro ante la Corte Penal Internacional, en La Haya. Lo hizo en un momento nada baladí. Justo cuando se estaba preparando la apertura de una investigación formal por violaciones graves de DD.HH. en Venezuela. Tema altamente sensible para el chavismo, lo cual indica la confianza que Maduro depositó en Gutiérrez. De vuelta en la corte, repetirá además como su presidente.
La otra persona en cuestión es Tania D’Amelio. Al igual que Gutiérrez, estuvo en la dirección colegiada del CNE, pero por más de una década. Antes de eso fue diputada en la Asamblea Nacional por el chavismo. Ahora saltó a la cabeza del Poder Judicial, y no a cualquiera de sus dependencias. Lucirá la toga en la Sala Constitucional, la más importante de todas.
Otro posible beneficiario de los cambios es el elemento castrense de la cúpula chavista. "Los militares refuerzan su presencia en el TSJ con el expresidente de la Corte Marcial, Henry Timaure, y el antiguo fiscal general militar, Juan Carlos Hidalgo", expresó el periodista especializado en política Pedro Pablo Peñaloza, vía Twitter. Timaure estará en la Sala de Casación Civil; Hidalgo, en la Sala Político-Administrativa.
Denuncia ignorada
Mientras la postulación de magistrados estaba en desarrollo en la Asamblea Nacional, uno de sus diputados oficialistas, Pedro Carreño, emitió una crítica dura al TSJ saliente. Fue un rara muestra pública de disputas en el seno de la elite gobernante, caracterizada generalmente por su hermetismo en la materia.
En su programa en la televisora pública, Carreño aseveró que la corte es un "desastre". Denunció que personas que no son magistrados tienen influencia en sus decisiones. Cuestionó los recientes discursos de inicio de año judicial, porque a su juicio no incluyeron nada de rectificación. Aunque no llamó a los autores de estos discursos por sus nombres, se trata de Maikel Moreno, quien por cinco años fue el presidente del TSJ, y Marjorie Calderón, entonces presidente de la Sala de Casación Social.
Pero las denuncias de Carreño no pasaron de ahí. Al momento de ser publicado este texto, no se conoce públicamente ninguna investigación al respecto por las autoridades. Y aunque todo lo que reprochó Carreño ocurrió con Moreno con las riendas del TSJ, este se encuentra entre los que repetirán como magistrados del máximo tribunal. Eso sí: no como presidente, posición que pasó nuevamente a Gladys Gutiérrez. De hecho, más de la mitad de los actuales jueces está repitiendo (aunque la Constitución venezolana lo prohíbe). Así que se trata en buena medida de la misma corte que, en palabras de Carreño, era "como el Titanic hundiéndose ".
Carreño es considerado uno de los miembros más prominentes de la facción del chavismo que encabeza Diosdado Cabello. Otrora indiscutido "número dos" del régimen, solo superado por Maduro, algunos medios venezolanos, como el portal de investigaciones Armando Info, llevan tiempo señalando que Cabello a perdido poder recientemente. De hecho, actualmente su cargo público es el de un diputado raso en la AN (aunque es vicepresidente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela). La suerte de la denuncia de Carreño pudiera ser una señal de estas pérdidas.