Un globo aerostático no dio tanto de qué hablar desde que Phineas Flogg y Passepartout usaron uno en su periplo alrededor del mundo en 80 días. Pero eso fue la adaptación cinematográfica de la novela de Verne. Lo acaecido la semana pasada, en cambio, fue muy real.
Alejandro Armas/El Político
El globo en cuestión venía de China y fue detectado sobrevolando territorio estadounidense. De inmediato se activaron todas las alarmas en Washington. Luego de esperar unos días por temor a que sus restos mataran o hirieran civiles, se dio la orden de derribarlo con un misil.
Las autoridades norteamericanas alegan que se trataba de un globo espía. En cambio, desde Pekín, donde se protestó su derribo, sostienen que era un dispositivo de recolección de datos meteorológicos que se extravió. ¿Cuál es la versión correcta? ¿Qué implicaciones puede tener este incidente? Veamos.
Los antecedentes
El gobierno de Estados Unidos se ha dado a la tarea de dar con los restos del globo, probablemente para investigar su tecnología. Pero hasta que no lo encuentre, en teoría no habría evidencia que respalde su acusación de espionaje. Sería su palabra contra la de su par chino, y nada más.
Sin embargo, hay indicios de que China efectivamente ha tenido cuanto menos la intención de desplegar globos para la vigilancia militar. Según reporta The New York Times, en 2021 el periódico oficial de las Fuerzas Armadas chinas subrayó la importancia de la vigilancia aérea y la insuficiencia de satélites y aviones para tales fines.
Antes, en 2018, el mismo medio celebró el lanzamiento con éxito de un globo de prueba, que cargaba una tortuga viva, hasta doce millas sobre el suelo. Y en 2021, Taiwán reportó que globos similares al derribado por Estados Unidos sobrevolaron su territorio. Se debe tener en cuenta que es la isla que Pekín reclama para sí y a la que amenaza constantemente con una unión forzosa.
De todas formas, la tesis del globo espía ya luce irrevocable en Washington, donde la incursión del objeto volador acaparó la atención toda la semana. El presidente Joe Biden aludió indirectamente a él en su discurso anual de Estado de la Unión, asegurando que el país defendió su soberanía.
Mantener la calma
La incursión del globo chino acaece en un momento de relaciones particularmente negativas entre Washington y Pekín. Hay tensiones geopolíticas y económicas álgidas. Sobre todo por el futuro de Taiwán. Algunos especialistas no descartan que haya una guerra directa entre ambas potencias en los próximos años.
De hecho, en esta oportunidad, el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, canceló una visita a China como protesta por el incidente del globo.
Sin embargo, es improbable que los hechos lleven a un deterioro grave de las relaciones. Aunque expresó molestia clara, el gobierno estadounidense insiste en que el globo no pudo haber recolectado información que pusiera en serio peligro la seguridad o intereses de Estados Unidos.
Además, en el pasado, incidentes de espionaje mucho más graves no llevaron a conflictos directos. Los propios Estados Unidos protagonizaron uno de esos casos. En 1960, la Unión Soviética derribó sobre su territorio un avión espía norteamericano y apresó a su piloto. El suceso llevó a la cancelación de una cumbre entre los líderes de ambos Estados, pero no más que eso. Luego, el piloto fue liberado mediante un intercambio de prisioneros.