La política peruana se ha vuelto bastante convulsionada en años recientes. Pareciera que el deporte nacional es acabar con gobiernos electos popularmente antes de que termine su mandato.
Alejandro Armas/El Político
A Martín Vizcarra, quien de paso estaba tratando de completar un período ajeno, trataron de destituirlo dos veces. La segunda fue exitosa.
Ahora, a diferencia de Vizcarra, el presidente actual, Pedro Castillo, acaba de sobrevivir a un segundo intento de destitución. ¿Significa esto que el mandatario ahora sí se encuentra seguro? Veamos.
Un avance
Apartando el hecho de que Castillo logró esquivar otro iceberg en la conducción de su Titanic, lo más llamativo esta vez es que la probabilidad de impacto aumentó.
Para que el Congreso unicameral destituya al Presidente, primero se debe admitir un pedido de proceso de vacancia. El mismo debe ser aprobado por 40% de los legisladores. El primer intento contra Castillo fue hace apenas unos meses, a finales de 2021. Pero no se logró el número de votos para admitir el proceso.
En cambio, la semana pasada si se llegó al 40% requerido. Comenzó así la etapa definitiva, en la que, con el voto de al menos dos tercios de los diputados, se destituye al mandatario. Con el número actual de curules, dicho mínimo es de 87 votos. Finalmente, los votos favorables a la remoción fueron 55. En contra hubo 54, más 19 abstenciones.
Si bien los votos a favor no alcanzaron la meta, es notable que esta vez el intento llegara más lejos. Además, hubo más votos favorables que desfavorables. Ello pudiera deberse a recientes señalamientos contra Castillo por incompetencia y de tolerancia a la corrupción. Si la tendencia se mantiene, en próximos intentos el Presidente pudiera tener menos suerte.
¿Es que habrá otros intentos?
Pues, aunque no sea seguro, no es un escenario que se pueda descartar. La mayor fuerza opositora en el Congreso es Fuerza Popular, el partido conservador y populista que encabeza Keiko Fujimori
Esta organización no ha disimulado sus ambiciones de obtener el poder máximo. Fue Fujimori quien por poco llegó a la presidencia en segunda vuelta en 2016 y 2021. Al quedar ambas veces fuera del gobierno, el partido ha sido uno de los principales impulsores de la salida anticipada de quienes sí entraron. Favoreció los intentos, exitosos y no exitosos, de destituir a los expresidentes Pedro Pablo Kuczynski y Martín Vizcarra, y al presidente Pedro Castillo.
Queda a la vista su tenacidad a la hora de luchar contra gobiernos opuestos. Si en solo unos meses vio un avance en su causa contra Castillo, pudiera sentirse alentado a seguir tratando. En una hipotética próxima vez, solo necesitaría sumar aun más apoyos.
Mientras tanto, Castillo se va quedando sin respaldo popular. Una encuesta de IEP, levantada este mes, halló que 51% de los peruanos está a favor de la remoción de Castillo. En noviembre, durante el intento previo, esa cifra fue de 43%. Además, el rechazo a la gestión presidencial alcanzó un nuevo pico, de 68%.