Brasil tenía unos 2,6 millones de menores de edad (entre 5 y 17 años) trabajadores en 2015, según un informe divulgado por la Fundación Abrinq.
Con el nombre de "Escenario de la Infancia y Adolescencia 2017″, el estudio, que usó los datos oficiales del Gobierno, revela también que 5,8 millones de menores brasileños de entre 0 y 14 años (el 13,5 % en esta franja de edad) vivían en condición de extrema pobreza, con una renta familiar por cápita inferior a 65 dólares.
Además, el 40,2 % de los menores brasileños entre 0 y 14 años (equivalente a unos 17,3 millones de niños y adolescentes) vivían en domicilios de baja renta, es decir, con una renta por cápita en la vivienda inferior o igual a medio salario mínimo (unos 130 dólares).
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Según la Fundación Abrinq, una ONG que promueve la defensa de los derechos de niños y adolescentes, en 2015 hubo un aumento de 8.500 niños de entre 5 y 9 años en situación de trabajo infantil en comparación con 2014, aunque se detectó una reducción de 659.000 niños y adolescentes de entre 10 y 17 años.
La región del noreste del país, la más pobre, y la del sudeste, la más rica, son las que concentraban más niños y adolescentes trabajadores.
La mayor concentración de pobreza infantil, con una renta domiciliaria igual o inferior a medio salario mínimo, se registraba en el noreste (60 %) y en el norte del país (54 %).
Los números del informe muestran que las regiones de Brasil donde había más niños y adolescentes eran precisamente las que presentaban peores indicadores sociales.
Mientras que en todo Brasil el 18,1 % de las madres tenían hasta 19 años, en la región norte la proporción llegaba al 25,5 %.
Por otro lado, apenas el 30 % de los niños y niñas brasileños tenían acceso a una guardería, cifra que en la región del norte caía al 25 %.
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La Fundación Abrinq alertaba sobre la violencia que hay contra niños y adolescentes en el país: el 18,4 % de los homicidios eran contra menores de 19 años de edad, y el 80 % de ellos, con armas de fuego.
EFE