El arresto del exprocurador general de México, Jesús Murillo Karam, por estar vinculado a los hechos de "La Noche de Iguala de 2014″, en la que desaparecieron 43 estudiantes mexicanos de Ayotzinapa, pareciera abrir las puertas a la justicia que aspiran los familiares de las víctimas.
El Político
El hecho conocido como la "Masacre de Ayotzinapa" aún está lejos de esclarecerse, y mucho menos de que haya la justicia que claman los familiares de las víctimas. Quienes ni siquiera pudieron enterrar los restos de sus seres queridos.
El informe de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa, de la Secretaría de Gobernación, deja en evidencia que a todas luces fue un verdadero crimen de estado.
Las medidas judiciales anunciadas luego que se conociera el informe parece un comienzo.
Por qué es importante
El arresto de Murillo Karam, ocurre después de que la Comisión de la Verdad señaló que en la desaparición de los 43 estudiantes estuvieron involucrados autoridades de todos los niveles.
A Murillo Karam se le acusa de "desaparición forzada y tortura en el caso Ayotzinapa".
Recordemos que durante una conferencia de prensa el 13 noviembre de 2014, un periodista le hizo una pregunta a Murillo Karam, para el momento Procurador General de México, sobre la indagatoria del caso.
“Ya es suficiente. Ya me cansé”, fue la respuesta del entonces Procurador.
Frase que irritó a la opinión pública, estupefacta ante la desaparición de los jóvenes y la inacción del Gobierno de Enrique Peña Nieto.
¿Quién es Jesús Murillo Karam?
Murillo Karam siempre estuvo en los círculos del poder político en México. También se ha desempeñado como diputado federal, senador de la república.
Fue además gobernador del estado de Hidalgo, de 1993 a 1998.
De febrero de 2015 al 31 de agosto del mismo año, se desempeñó como secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
La detención de Murillo Karam
Quien fuera titular de la PGR durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) fue detenido en su casa en la capital mexicana alrededor del medio día.
Murillo Karam fue aprehendido este viernes al exterior de su domicilio, ubicado en Lomas de Chapultepec, alcaldía Miguel Hidalgo.
Ingresó al reclusorio Norte de la Ciudad de México, donde se llevó a cabo la audiencia inicial
Luego de la detención de Jesús Murillo Karam por el caso Ayotzinapa, la FGR informó que son 83 las órdenes de captura por la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, Guerrero.
Las órdenes de captura son contra mandos militares y personal de tropa, policías locales y estatales y autoridades administrativas y judiciales. Así como contra miembros del grupo criminal Guerreros Unidos por su presunta vinculación con el caso.
Lo que dijo la Fiscalía
La FGR implicó en la audiencia de imputación al actual jefe de la policía capitalina Omar García Harfuch. Este se desempeñó como comisionado de la extinta Policía Federal en Guerrero cuando sucedieron los hechos de Iguala
De acuerdo con las investigaciones, el funcionario formó parte de una junta con Murillo Karam y diferentes mandos, entre ellos Tomás Zerón de Lucio, celebrada el 7 de octubre del 2014.
Fue “el cónclave” en la que se empezó a gestar la “verdad histórica” para comenzar a suavizar las exigencias y la indignación social causadas por la desaparición de los estudiantes.
De acuerdo con las pruebas presentadas, Murillo Karam habría utilizado el testimonio de cuatro personas que habían sido detenidas y fueron torturadas.
Las detenciones fueron anunciadas el 27 de octubre del 2014 por el exfuncionario. Pero la investigación en contra de Murillo Karam señaló otra cosa.
Las personas no habían sido presentadas ante el MP en la fecha indicada. En cambio, estaban siendo torturados por Tomás Zerón, exdirector de la Agencia de Investigaciones Criminales (AIC). Quien actualmente se encuentra en Israel.
La "Verdad histórica" del Gobierno
La Procuraduría General de la República (PGR, hoy fiscalía) del gobierno de Peña Nieto sostuvo que tras arrestar a los 43 estudiantes normalistas, los policías de Iguala siguieron instrucciones de José Luis Abarca, entonces presidente municipal, y entregaron a los jóvenes a oficiales de Cocula. Que, a su vez, los dejaron en manos de Guerreros Unidos porque creían que los normalistas eran integrantes de la banda rival, Los Rojos.
Según declaraciones de miembros de Guerreros Unidos -hechas bajo tortura-, los estudiantes fueron trasladados al basurero municipal de Cocula hacinados y atados en dos camionetas. Cuando llegaron al sitio, 15 de los normalistas ya habían muerto por asfixia. Mientras que a los sobrevivientes se les hizo un breve interrogatorio antes de recibir un disparo en la nuca.
Después, habrían tirado los 43 cuerpos a la parte baja del basurero para prenderles fuego durante horas. Al terminar, los supuestos criminales recogieron las cenizas y trituraron los huesos restantes, los metieron en bolsas de plástico y los arrojaron al río San Juan.
En conclusión
El Informe de la Comisión de la Verdad además determinar que la desaparición de los estudiantes constituyó "un crimen de Estado", llegó a las siguientes conclusiones:
Veintiséis personas claves vinculadas al caso han muerto por ejecución, accidente o muerte natural a lo largo de la investigación
- Autoridades federales y estatales del más alto nivel fueron omisas y negligentes
- En todo momento las autoridades federales, estatales y municipales tuvieron conocimiento de la movilización de los estudiantes desde su salida de la Escuela Normal Isidro Burgos hasta su desaparición, y permitieron la ejecución de los estudiantes, así como el homicidio de otras seis personas
- El grupo delictivo actuó con un amplio número de sicarios y halcones, con el apoyo de distintas policías municipales y agentes del Estado
- Existen indicios suficientes para que la FGR (fiscalía general de la República)continúe las indagatorias para el deslinde de responsabilidades en contra de integrantes de Guerreros Unidos, funcionarios municipales y funcionarios federales
- No hay indicio alguno de que los estudiantes se encuentren con vida
Todavía la historia de esa horrible masacre, tiene muchos secretos que habrán de extraerse de entre las cenizas de esos 43 normalistas.