La masacre del sábado en El Paso ha puesto a la ciudad en el ojo del huracán de dos de las cuestiones más candentes de Estados Unidos: la inmigración y la violencia armada.
El Político
El lugar ha estado durante meses en el centro del debate sobre inmigración a medida ha ido subiendo la temperatura de la campaña presidencial de 2020, con algunos miembros de la administración Trump considerando El Paso la encarnación de una frontera en crisis.
La población de la ciudad, de unos 684.000 habitantes, es de mayoría hispana y gran parte los residentes son ciudadanos estadounidenses, según Data USA. El Paso también tiene fuertes lazos transfronterizos.
El centro comercial donde ocurrió el tiroteo es visitado con frecuencia por los residentes de la ciudad mexicana de Juárez, aunque el flujo de migrantes ha disminuido recientemente.
La ciudad es una de las “puertas de entrada” más concurridas para llegar a EEUU desde México. Está clasificada en varios sitios web como una de las ciudades más seguras de América y entre los mejores lugares para jubilarse o criar una familia.
La presentación, convertida en vigilia en el centro de inmigrantes, contó con la presencia de una serie de oradores, entre ellos el candidato presidencial demócrata Beto O’Rourke, quien es originario de El Paso y el domingo pidió mayores restricciones en la venta de armas.
Fuente: Reuters