Este miércoles entró en vigor la aprobación del matrimonio de parejas gays y lesbianas en Finlandia; por ello, decenas de parejas homosexuales aprovecharon la aceptación de esta nueva jurisprudencia para celebrar sus bodas civiles. Sin embargo los sectores más conservadores y la Iglesia Evangélica Luterana no estuvo de acuerdo con este nuevo código
Redacción El Político
Finlandia, último país nórdico en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, equipara desde hoy los derechos de gais y lesbianas a los de las parejas heterosexuales, lo que les permite casarse por lo civil, tomar el apellido del otro cónyuge y adoptar niños sin vínculos biológicos con la pareja, reseñó EFE.
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Hasta ahora, la legislación finlandesa solo autorizaba a los homosexuales a registrar su unión como parejas de hecho y a adoptar a los hijos biológicos del otro miembro.
El colectivo de homosexuales, bisexuales y transexuales (LGTB) de Finlandia ha organizado numerosos actos por toda la geografía nacional para celebrar el cambio legislativo.
La nueva ley ha obligado a la Iglesia Luterana finlandesa a replantearse su postura respecto al matrimonio de personas del mismo sexo, aunque, de momento, su posición oficial sigue siendo la del rechazo.
"A pesar de que la ley ha cambiado, la enseñanza de la Iglesia sobre el matrimonio no lo ha hecho. La celebración de ceremonias eclesiásticas sigue concerniendo sólo a las bodas entre un hombre y una mujer", señala la Iglesia en su web.
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La Conferencia Episcopal luterana incluso advirtió a los sacerdotes que oficien bodas homosexuales de que "se atengan a las consecuencias" por desobedecer las órdenes de sus superiores, aunque no detalló las posibles represalias.
"Es muy posible que, pese a las directrices, algunos sacerdotes oficien ceremonias nupciales y lo que suceda después es difícil de predecir", declaró el arzobispo Kari Mäkinen a la televisión pública YLE.