La calma parece haber vuelto a Wall Street, eso sí, ayudada por el mensaje público del presidente Joe Biden, y también, porque hay que reconocerlo, las medidas que su gobierno ha aplicado en materia fiscal, monetaria y financiera.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Así, de manera radical, el gobierno busca acabar cualquier posibilidad de contagio con el colapso por el cierre del Silicon Valley Bank, el Signature Bank y el resto del sistema financiero.
En Wall Street se despejan los temores de una nueva crisis, más cuando el departamento del Tesoro ha confirmado que los retiros de fondos del sistema bancario se han ralentizado, incluso en las entidades de menor tamaño, las más afectadas por la sacudida financiera y las que más ganan en esta jornada bursátil.
Un respiro
Los operadores se apresuraron el lunes a realizar algunas apuestas a que la Reserva Federal podría decidir mantener los tipos estables en su próxima reunión, en lugar de acelerar la subida hasta 0,50 puntos porcentuales, como pensaban hace una semana.
Tras los datos de inflación, caen las apuestas a que se mantendrá con una subida de 0,25 puntos este mismo mes, según datos de CME Group.
Las acciones del sector financiero subieron ayer martes, recuperando parte de sus pronunciadas caídas anteriores.
First Republic Bank subió un 26,3% tras desplomarse un 67,5% en los tres días anteriores. KeyCorp ganó un 9,8% y Charles Schwab subió un 11,6%. Zions Bancorp. subió un 0,2% tras ceder la mayor parte de una fuerte subida matinal.
Entre otros grandes movimientos en Wall Street, la empresa matriz de Facebook subió un 5,9% después de que dijera que espera que los gastos de este año sean inferiores a las previsiones anteriores.
Meta Platforms está recortando trabajadores y eliminando ofertas de empleo para frenar los gastos.
Es demasiado pronto para saber si el repunte se mantendrá o será solo una pausa en la tendencia negativa de los últimos días. La volatilidad seguirá siendo la principal clave de la jornada”, destaca un analista del banco holandés ING.
Por su parte, desde Cresset Capital apuntan que si a corto plazo “no se asiste a una nueva caída de una entidad de alto perfil, los temores se disiparán”.