Guatemala y México acordaron fortalecer las acciones y la cooperación en materia migratoria para que el retorno de los inmigrantes sea "digno, ordenado, ágil y seguro".
Esta es una de las principales conclusiones de la XIX Reunión del Grupo de Asuntos Migratorios Guatemala-México, celebrada en Ciudad de Guatemala entre ayer y hoy, en el marco de la relación bilateral de los dos países.
El encuentro, que tuvo lugar en la Cancillería guatemalteca, estuvo presidido por la directora general de Asuntos Consulares y Migratorios del Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala, Arabella Woolfolk de Chinchilla, y la directora general para América Latina y El Caribe de la Secretaría de Relaciones Exteriores de los Estados Unidos Mexicanos, Reyna Torres Mendívil.
Las dos delegaciones coincidieron además en continuar trabajando de manera conjunta para fortalecer las acciones y mecanismos bilaterales hacia un enfoque de derechos humanos como "una responsabilidad compartida" para avanzar en una migración digna.
Además, pactaron que el nombre del Grupo de Asuntos Migratorios Guatemala-México a partir de la siguiente reunión cambie a Grupo de Asuntos Migratorios y Consulares Guatemala-México con el objetivo de integrar en este mecanismo el intercambio de buenas prácticas e iniciativas de cooperación en materia consular.
Según las estadísticas de la Dirección General de Migración (DGM), en los primeros nueve meses de 2016 las autoridades mexicanas retornaron a Guatemala por vía terrestre a 39.212 guatemaltecos, 16.081 (29 %) menos que entre enero y septiembre del año pasado, cuando fueron repatriados 55.293 inmigrantes.
Centroamérica, en especial el Triángulo Norte, conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador, es una de las zonas más violentas del mundo pese a que no se desarrolla una guerra convencional, lo que incide en la emigración masiva a Estados Unidos y México, los principales destinos.
Para hacer frente a esta violencia y a la falta de oportunidades que alienta a muchos a migrar, en febrero pasado el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, solicitó al Congreso una partida de 750 millones de dólares de ayuda a Centroamérica dentro del presupuesto de 50.100 millones para el año fiscal 2017.
Esos 750 millones se sumarían a los otros 750 millones aprobados por el Congreso en diciembre pasado para afianzar el fortalecimiento institucional de los países de origen del mayor grueso de indocumentados: Guatemala, El Salvador y Honduras, bajo el conocido Plan de la Alianza para la Prosperidad.
Con información de EFE