De acuerdo con el presidente Zelensky, la obsesión de Rusia por capturar una importante ciudad portuaria la había debilitado y creado oportunidades para los combatientes ucranianos.
El Político
Lo cierto es que los habitantes de la asediada costa sureste de Ucrania esperaban el domingo a una posible evacuación.
Odesa fue atacada desde el aire
En Odesa, a orillas del Mar Negro, se oyeron dos fuertes explosiones de madrugada y una humareda negra se veía sobre la ciudad, el puerto más grande de Ucrania, donde tiene su sede la armada del país.
“Odesa fue atacada desde el aire. Algunos misiles fueron derribados por defensas antiaéreas”, indicó el consejo municipal en un breve comunicado en la app de mensajería Telegram, reportó LanCasterOnline.
Se habían declarado incendios en algunos lugares, añadió el comunicado, que no dio detalles sobre el blanco del ataque.
Ucrania ha ganado un tiempo de valor incalculable
Al este de Odesa, Mariúpol seguía en un estrecho cerco ruso, y el gobierno ucraniano insistió en que había hecho avances en otras partes del país y recuperado territorio al norte de la capital, Kiev, ante la retirada de fuerzas rusas.
“Ucrania ha ganado un tiempo de valor incalculable, un tiempo que nos permite desbaratar las tácticas del enemigo y mermar su capacidad”, dijo el sábado por la noche el presidente, Volodymyr Zelenskyy.
Pero en Mariúpol, que lleva más de un mes rodeada por fuerzas rusas y ha sufrido algunos de los peores ataques de la guerra, la situación seguía siendo sombría y las opciones de huir eran inciertas.
Se cree que quedan unas 100.000 personas en la ciudad del Mar de Azov, menos de un cuarto de los 430.000 habitantes que tenía antes de la guerra.
Hay un grave desabastecimiento de agua, comida, combustible y medicinas.
En espera de la ayuda prometida
Muchos de los que seguían en Mariúpol esperaban a que se cumplieran las promesas de que recibirían ayuda para llegar a un lugar seguro.
En los esfuerzos participaba el Comité Internacional de Cruz Roja, que el sábado aún no había logrado llegar a la ciudad después de que fuerzas rusas bloquearan el paso de su convoy el día anterior.
Así lo revelaron autoridades locales.
Algunos residentes huyeron por su cuenta, como Tamila Mazurenko, que llegó a Zaporiyia, una ciudad aún bajo control ucraniano y que ha servido de centro de conexiones para otras evacuaciones.
“Sólo tengo una pregunta: ¿Por qué?”, dijo sobre el sufrimiento de su ciudad. “Nuestra vida normal quedó destruida. Y lo perdimos todo. No tengo trabajo, no consigo encontrar a mi hijo”.