El ministro de Gobierno de Bolivia, Carlos Romero, afirmó hoy que su país ha aprendido una "lección muy dura" con la escalada de violencia vivida esta semana que se saldó con cuatro muertos, entre ellos un viceministro linchado por mineros.
"Aunque cueste decirlo, ha sido una lección muy dura la que hemos aprendido, una lección que entra con sangre, que es la necesidad de seguir trabajando una mayor tolerancia en nuestra convivencia", dijo el ministro en una conferencia de prensa.
Romero trabajaba con el viceministro de Régimen Interior, Rodolfo Illanes, asesinado el jueves a golpes por los mineros que lo habían secuestrado cuando se presentó en el bloqueo de una carretera para tratar de dialogar sobre el conflicto del sector.
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"¿Cómo es posible que a una persona le hagan subir descalza a un cerro, la golpeen inmisericordemente, la hagan rodar por el cerro golpeándola con una serie de objetos?", cuestionó Romero sobre las torturas sufridas por el viceministro, que murió a los 58 años.
Según el informe de la autopsia difundido por la Fiscalía General, Illanes fue torturado de seis a siete horas antes de morir.
Además, el conflicto causó la muerte de tres mineros, Severino Ichota, Fermín Mamani y Rubén Aparaya Pillco por disparos durante los enfrentamientos de los manifestantes con la Policía en los bloqueos realizados en Cochabamba (centro) y el altiplano (oeste).
"Obviamente, también es necesario aclarar estas muertes", dijo el ministro Romero, que en los últimos días insistió en que los agentes no tenían órdenes para portar armas letales en los desbloqueos.
Agregó como reflexión que solo la aclaración de todas las muertes puede "restituir un sentimiento de paz" en el país.
Con información de EFE