La primera ministra británica, Theresa May, afirmó en el Parlamento británico que ningún ciudadano de la Unión Europea (UE) que ya esté residiendo legalmente en el Reino Unido deberá irse una vez que el país abandone el bloque comunitario.
Ha habido mucha ansiedad sobre lo que les va a suceder a los europeos cuando dejemos la Unión. Hoy quiero aplacar esa ansiedad", dijo May en una sesión en la que informó a los diputados sobre la cumbre europea a la que asistió el viernes.
Tal como avanzó a los líderes continentales en Bruselas, May indicó que los europeos con cinco años de residencia en el Reino Unido serán tratados "como si fueran ciudadanos británicos" en cuanto a asistencia sanitaria, educación, prestaciones sociales y pensiones.