El ministro de Finanzas de Portugal, Mário Centeno, define el proyecto presupuestario elaborado por el Gobierno como "un Presupuesto de izquierda" porque, entre otras razones, apuesta por la recuperación de rentas y la rebaja de la carga fiscal.
El documento, que el propio ministro entregó anoche en el Parlamento, se asienta en dos dimensiones: "la recuperación de los rendimientos a través de la reducción de la carga fiscal, del peso de los impuestos directos, y el aumento de la inversión", explica Centeneo en una entrevista que hoy publica el semanario Expresso.
Los principales códigos tributarios no van a ser aumentados, aclara, antes de añadir que los ingresos que se recauden por el nuevo impuesto sobre el patrimonio inmobiliario se destinarán a reforzar la Seguridad Social.
También se procederá a la actualización de todas las pensiones hasta 838 euros en línea con la inflación y un aumento extra de 10 euros a partir de agosto para las que no superen los 628 euros.
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En cuanto a la llamada "sobretasa", un impuesto especial sobre la renta que el Gobierno se comprometió a abolir en 2017, el ministro explicó que el compromiso se mantiene, aunque su eliminación se hará de manera progresiva a lo largo del año.
No ha sido posible eliminarlo ya desde enero porque "la realidad que estamos construyendo es exigente y requiere un esfuerzo de todos", justifica.
El Ejecutivo luso implementará además una subida de impuestos indirectos, entre los que destaca la nueva tasa sobre bebidas azucaradas que varía entre los 8 y 16 céntimos por litro, en función del nivel de azúcar del producto.
También se fija un aumento del 3 % del tributo que se aplica a la cerveza, las bebidas espirituosas y los vinos licorosos; una subida del precio del tabaco de 5 céntimos por paquete; un alza del Impuesto sobre Vehículos en todos los escalones; y una nueva tasa sobre las municiones de armas.
El Gobierno ha tenido que negociar este Presupuesto con sus socios de la izquierda radical y, al mismo tiempo, sin perder de vista las exigencias de Bruselas.
Está previsto que el documento sea debatido y votado en el Parlamento en su generalidad los días 3 y 4 de noviembre, pero la votación final no se realizará hasta el 29 de noviembre, después de pasar por las diferentes comisiones parlamentarias.
Con información de EFE