El ministro de Justicia de Brasil, Osmar Serraglio, afirmó que la huelga convocada para por gremios obreros contra reformas que impulsa el Gobierno es un "fracaso" y negó que el país esté paralizado por quienes quieren un "desorden general".
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Serraglio afirmó que "en Brasil no hay una huelga general", pues "el comercio está funcionando, las industrias están funcionando y los trabajadores están acudiendo a sus puestos de trabajo", aunque admitió que muchos no pudieron hacerlo por la adhesión en muchas ciudades de los gremios del transporte.
En ese sentido, afirmó que "si bien la protesta es un derecho democrático, impedir que las personas se dirijan a su trabajo no lo es", así como aseguró que algunos grupos están aprovechando esta jornada para generar situaciones de violencia.
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"Estamos viendo piquetes, bloqueos en varias partes del país, pero la Policía está siendo muy eficiente" en la represión a los revoltosos, sostuvo Serraglio.
Según el ministro, "no ha habido una asamblea de trabajadores en la que se haya deliberado sobre la huelga", que "es una imposición que viene de arriba y la población lo percibe".
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En su opinión, la paralización es una reacción de las cúpulas gremiales a una reforma laboral que se tramita en el Congreso y, entre otros puntos, propone eliminar la llamada "contribución sindical obligatoria", mediante la cual se le descuenta un día anual a todos los trabajadores, que acaba en las arcas de los sindicatos.
"No hay huelga. Lo que hay es un desorden general", producto de la "insatisfacción de quienes están perdiendo la fuente de recursos con que manipulan la opinión de los trabajadores", sostuvo.
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Según los sindicatos, la huelga ha sido convocada contra una serie de reformas impulsadas por el Gobierno de Michel Temer y en especial contra una que afecta al sistema de jubilación y propone aumentar la edad para acceder a ese beneficio.
Con información de EFE