Tras su apresurada salida del gobierno y su plan de "muerte cruzada" la cual consistió en terminar con la Asamblea Nacional y con su propio mandato, a casi dos años del inicio de su presidencia, Guillermo Lasso le deja una economía sin inflación a Noboa.
El Político
El empresario Daniel Noboa finalmente se impuso en las elecciones con casi el 52% de los sufragios, el pasado 15 de octubre, derrotando a Luisa González, la candidata de izquierda, que prometía volver a instaurar el régimen correísta en Ecuador.
Noboa logró triunfar en los comicios gracias a mostrarse favorable al sector privado y levantando como un estandarte la ratificación a la dolarización, quebrando así la mala racha de su progenitor, quien en 5 oportunidades había aspirado por el cargo.
El joven empresario centró su campaña la promesa de “fortalecer y proteger la dolarización”, mientras que su contrincante socialista, se mostraba dudosa acerca de la continuidad del sistema monetario sin inflación. Nuevamente, la famosa frase de que “en Ecuador es un suicidio político oponerse al dólar” quedó confirmada.
La candidata socialista, llegó a designar como candidato a vicepresidente a Andrés Arauz, uno de los pocos políticos que se llegó a mostrar en contra del dólar en el país., quien habría perdido una elección imposible en el año 2021, siendo derrotado por el actual presidente Guillermo Lasso, y ahora los ecuatorianos nuevamente demuestran que la dolarización es innegociable.
Por los momentos, el nuevo presidente electo, Daniel Noboa, no llevó una plataforma reformista muy clara, y su coalición política incluyó algunas figuras cercanas a la centro-izquierda como el Movimiento MOVER que responde al expresidente Lenin Moreno. Sin embargo, y a pesar de no tener posiciones tan definidas como las que sí tuvo el presidente saliente, Lasso, su apoyo a la dolarización fue suficiente para inclinar la balanza a su favor y así lograr contar con la mayoría de los votos en los comicios presidenciales.
Las elecciones en Ecuador representaron la voluntad de los ciudadanos por preservar el sistema de la dolarización, en lugar de romperlo y volver al inflacionismo como pretendía la corriente cada vez más radicalizada del correísmo. La estabilidad de precios no solamente permitió sentar las bases de un proceso de crecimiento sólido, sino que además fue la punta de lanza para la recuperación del crédito inmobiliario a largo plazo y el mantenimiento del poder adquisitivo de los salarios, según informó el La Derecha Diario.