Moscú y Berlín están desde hoy más cerca con la apertura de una nueva conexión ferroviaria con trenes Talgo que reducen en casi cinco horas el tiempo de recorrido entre dos de las principales ciudades europeas.
Con estricta puntualidad a pesar del frío y la nieve, el primer tren "Strizh" (Vencejo) de los ferrocarriles rusos arrancó a las 13.05 hora local de la estación de Kursk de Moscú con destino a la ciudad alemana, un trayecto que recorrerá en 20 horas 14 minutos, frente a 24 horas 49 minutos en la actualidad.
"Hoy es el momento de Talgo, el momento de una gran empresa de nuestro país, el momento de dar el pistoletazo de salida de la línea Moscú-Berlín, con 2.000 km de recorrido, que gracias a la tecnología española ve como se recorta el recorrido en 4 horas y media, incorporando innovación", señaló el ministro de Fomento español, Íñigo de la Serna.
El ministro, que destacó su presencia en este acto como "una forma de poner en valor la importancia del sector empresarial y de su actividad internacional", recordó que ese ahorro de tiempo es posible gracias a los sistemas de pendulación y de cambio automático de ancho de vía que incorpora Talgo.
Rusia, al igual que España, tiene un ancho de vía diferente al europeo, por lo que los trenes harán el cambio en Brest (Bielorrusia), en este caso en solo 20 minutos, mientras que hasta ahora los que cubren esta ruta tardan casi dos horas en ello.
Además del sistema de cambio automático de ancho de vía, los trenes Talgo de esta ruta han sido equipados con un sistema diseñado para evitar la formación de hielo en las ruedas y los rodales.
En el lanzamiento de la nueva línea, De la Serna, que estuvo acompañado por el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar, y el Alto Comisionado para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros, expresó a su colega ruso su seguridad de que "este proyecto será el comienzo de otras oportunidades de colaboración de nuestro sector empresarial".
El presidente de Patentes Talgo, Carlos María de Palacio y Oriol, señaló, por su parte, su satisfacción de ver cómo la innovación tecnológica puede ser "una forma de unir a las personas y a los pueblos" y su orgullo por contribuir a ello.
También el presidente de la empresa ferroviaria rusa RZD, Oleg Beloziorov, se refirió a las ventajas del nuevo servicio por su rapidez y ahorro de tiempo.
El nuevo tren nocturno permitirá cruzar cuatro países (Rusia, Bielorrusia, Polonia y Alemania) y tres fronteras sin descender de los vagones.
"Escuché en la televisión que se ponía en marcha este nueve tren más rápido y quise probarlo", dijo a Efe Raisa, una moscovita de 75 años que abordó este primer convoy para pasar las fiestas en Berlín con unos familiares.
Raisa pagó 7.600 rublos por trayecto (unos 110 euros) "porque hay precios especiales para los mayores de 70 años", añadió, antes de subir al tren con el acompañamiento musical de una banda militar y decenas de curiosos agitando banderitas y globos con el logo de la nueva línea.
El nuevo tren saldrá de Moscú dos veces a la semana, los sábados y los domingos, a las 13.05 hora local, y llegará a la estación de Berlín-Ostbahnhof a las 07.19 de la mañana siguiente, mientras en el trayecto opuesto saldrá de Berlín los domingos y lunes.
En ruta, el "Strizh" (Swift, en ingles) hará paradas en Smolensk, Orsha, Minsk, Brest, Terespol, Varsovia, Poznan, Rzapin y Frankfurt (Oder).
El nuevo servicio es fruto de un contrato firmado en 2011 entre Talgo y los ferrocarriles rusos para el suministro de siete trenes por un importe en torno a los 130 millones de euros.
El precio de la transacción incluyó los dispositivos par el cambio automático de ancho de vía ruso (1.520 mm) al europeo (1.435 mm).
Cuatro de esos trenes vendidos a RZD se emplean en la ruta Moscú-Nizhni Nóvgorod, que se inauguró en junio de 2015, y los otros tres se han destinado al Moscú-Berlín.
Con capacidad para 216 pasajeros, cada tren consta de veinte vagones, un coche restaurante y un coche cafetería, y se ofrecen distintas tarifas y descuentos.
Para su operación, los trenes debieron obtener certificados tanto en Rusia como en Polonia y en Alemania antes de ser entregados a la compañía ferroviaria rusa, lo que provocó un retraso de varios meses sobre los planes previstos.
Con información de: EFE