La incertidumbre sobre el paradero del ex ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, parece haber llegado a su fin.
El Político
Según dos fuentes con acceso a altos funcionarios del Partido Comunista chino, Qin habría fallecido a finales de julio, ya sea por suicidio o tras ser sometido a tortura, en el hospital militar de Beijing que atiende a los principales líderes del país.
Qin, que en su momento fue uno de los ayudantes de mayor confianza del líder chino Xi Jinping, fue visto por última vez el 25 de junio, durante una reunión con sus homólogos de Rusia, Vietnam y Sri Lanka. Posteriormente, desapareció, y aunque en un principio el gobierno chino atribuyó su ausencia a problemas de salud, luego se negó a hacer comentarios al respecto.
A raíz de su desaparición, surgieron rumores sobre su supuesta relación amorosa con una periodista de la cadena china Phoenix TV llamada Fu Xiaotian, e incluso se llegó a especular sobre la existencia de un hijo con ciudadanía estadounidense. Sin embargo, esta información no fue confirmada.
Se ha sugerido que la desaparición del diplomático estaría relacionada con un escándalo de gran envergadura relacionado con el ministro de Defensa y los generales al mando de la fuerza de cohetes de China, encargada del programa de armas nucleares del país.
De forma simultánea a la desaparición de Qin, también desaparecieron el comandante principal de la fuerza de cohetes, Li Yuchao, su adjunto Liu Guangbin y el ex diputado Zhang Zhenzhong.
Temor dentro del Partido Comunista
El clima de paranoia en el Partido Comunista Chino se ha incrementado debido a estas misteriosas desapariciones, seguidas de la destitución formal de Qin como ministro de Asuntos Exteriores en julio.
Además, se ha especulado sobre la posible filtración de secretos nucleares chinos a agencias de inteligencia occidentales, y se ha mencionado la muerte del comandante de la unidad de la Guardia Central, Wang Shaojun.
El supuesto fallecimiento de Qin en el hospital militar de Beijing ha generado una creciente preocupación entorno a la seguridad y estabilidad dentro del partido. La falta de transparencia en torno a estos eventos ha llevado a un clima de desconfianza y precaución entre los altos funcionarios del Partido Comunista Chino.