En diciembre del 2010 la FIFA elegió a Qatar para que organizará el primer Mundial de fútbol de su historia, pero desde entonces ha estado involucrado en un enorme escándalo de corrupción que diez años después sigue sumando capítulos.
El Político
Qatar superó en la votación de los integrantes de la FIFA por 14 a 8 a los Estados Unidos. Corea del Sur, Japón y Australia, los otros candidatos, ya habían quedado en el camino en las rondas previas.
Desde ese momento muchos consideraron esa elección un riesgo por los condicionantes geopolíticos del país de Oriente Medio. La falta de respeto a los derechos humanos por parte de las autoridades del país del golfo, las elevadas temperaturas en pleno verano y los peligros de atentados terroristas eran algunos de los grandes inconvenientes.
Diez años después, se conoce que la elección de la sede fue comprada a golpe de talonario. Detenciones, sobornos y suspensiones se han sucedido durante casi una década, hasta que en 2019 fue detenido Michel Platini.
La FIFA recurrió al antiguo fiscal general de Estados Unidos, Michael J. García, para que investigase lo sucedido, pero las consecuencias de la demostrada corrupción nunca llegaron, reportó Clarin.
La principal figura para entender la elección de Qatar como sede del Mundial es Mohamed bin Hamman, el más alto ejecutivo del fútbol en Qatar hasta 2011 y presidente de la Confederación Asiática. Según desvelaron medios británicos, él pagó supuestamente hasta 3,6 millones a una treintena de miembros de la FIFA para asegurarse el voto favorable de la candidatura.
Joseph Blatter, presidente en aquel momento, se vio obligado a dimitir en 2015 por los escándalos de corrupción en la elección de diferentes sedes y terminó siendo inhabilitado. Años después, señaló en un libro que estuvo en contra de la elección de Qatar y en varias oportunidades calificó como un “error” haberla elegido como sede.
Pero fue más allá y explicó que nueve días antes de la votación, Michael Platini se había reunido con el presidente de Francia, Nicolás Sarkozy y en el encuentro estuvo presente también el jeque Tamim bin Hamad Al Thani, actual emir de Qatar.
Después de aquella reunión, el exfutbolista le comentó a Blatter que Qatar iba a ganar la elección. Esa reunión es la que la justicia francesa investiga ahora para determinar si Platini, que votó a favor de Qatar, habría formado parte también de la corrupción para la elección de la sede.
Otro inconveniente importante en esta competición será el clima. Un calor que quema hasta el alma. Por eso, la FIFA decidió por primera vez en la historia cambiar el calendario, ese que se oficializó esta semana. Se disputará entre el 21 de noviembre y el 18 de diciembre.
El estadio Al Bayt, segundo con mayor capacidad (60.000 espectadores), será la sede del partido inaugural, el cual tendrá a la selección anfitriona como uno de los protagonistas. Será su primer partido en la historia de los Mundiales. Mientras tanto, el lugar de todos los deseos, el escenario de la final será el estadio Lusail, con capacidad para 80.000 espectadores.
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