El régimen castrista sigue perdiendo personal. Ahora es el general de división Luis Alberto Rodríguez López-Calleja, quien falleció de un paro cardiorrespiratorio, según informaron los medios oficiales y Radio Televisión Martí.
El Político
Su muerte levantó algunas sospechas porque a Rodríguez López-Calleja se le consideró como uno de los sucesores en el poder del comunismo cubano.
Aunque debido a su edad, López-Calleja no podía llegar a ser “presidente”, sin embargo encarnaba a la perfección un modelo de poder ya consolidado en la Isla.
El general estaba cumpliendo tareas como "asesor principal del Presidente de Cuba", pero era más conocido por controlar el mayor conglomerado de empresas de Cuba.
Rodríguez López-Calleja fue presidente del Grupo de Administración de Empresas S.A. (GAESA), el grupo empresarial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, con ramificaciones que van desde el sector turístico, hasta las tiendas minoristas que venden en divisas, pasando por aduanas y puertos.
Este militar, de la misma forma que su padre, quien fue un cercano asesor de Raúl Castro, llegó a general de brigada del Ministerio de las Fuerzas Armadas.
También fue electo miembro del Buró Político del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el último congreso del partido en abril del 2021.
Había sido ascendido al Comité Central.
Cercano al poder
Rodríguez López-Callejas estuvo desde sus inicios en la política, cerca del círculo familiar y de poder más cercano de los Castro.
Específicamente era una ficha de Raúl Castro.
Es el padre de Vilma Rodríguez y del teniente coronel, Raúl Guillermo Rodríguez, conocido como ‘El Cangrejo’, quien está encargado de la seguridad de Raúl Castro y de toda su familia.
Ambos son nietos de Raúl Castro, por parte de su hija Deborah, con quien estuvo casado.
A finales de septiembre del 2020, a Rodríguez López-Calleja lo incluyó la administración Trump en la lista de ciudadanos especialmente designados y personas bloqueadas de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro.
La razón emitida por el gobierno estadounidense de entonces fue que el militar era clave en "financiar la opresión del régimen en Cuba y la interferencia en Venezuela".
Siendo jefe de GAESA, Rodríguez López-Calleja controló prácticamente todas las cadenas de comercios minoristas en Cuba.
También tenía control sobre los hoteles, restaurantes, gasolineras, empresas de alquiler de automóviles y las importadoras y exportadoras.
Bajo su mando, GAESA absorvió las empresas estatales más exitosas de la Isla. Así, la corporación Cimez y Habaguanex, además del Banco Financiero Internacional, pasaron a su mando.
Ya desde 2015, era reconocido como el hombre más influyente de Cuba en lo económico.
Bloomberg consideró que cualquier actividad comercial o emprendimiento económico, debía contar con el visto bueno del hijo político de Castro.
El rastro de su corrupción ha sido evidente y criticado. La población lo cuestionó por mantener inversiones multimillonarias en diversas instalaciones turísticas.
Estas inversiones eran realizadas por encima de otras necesidades claves para el país, como los sistemas eléctricos y de salud.