El Departamento de Justicia (DoJ, por sus siglas en inglés) advirtió que podría demandar al gobierno de Texas por su reforzamiento de políticas contra la inmigración de indocumentados.
Dos abogados del DoJ enviaron una carta al gobernador de Texas, Greg Abbott, y al fiscal general interino de ese estado, John Scott, en la que precisaron que la instalación de estas barreras, que faltan sobre el Rīo Grande, incurre en "una violación de Ley Dederal de Ríos y Puertos" debido a los "graves riesgos" para la seguridad pública y el medio ambiente.
"Esta barrera flotante representa un riesgo para la navegación, así como para la seguridad pública, en el Río Grande, y presenta preocupaciones humanitarias", resaltaron en el oficio el fiscal general adjunto, Todd Kim, y el fiscal federal para el Distrito Oeste de Texas, Jaime Esparza.
Ante este escenario, el Departamento de Justicia ofreció a Texas un plazo para conversar con los funcionarios asignados al caso y ofrecer una respuesta antes del 24 de julio de 2023. "Si no recibimos una respuesta antes de las 2:00 p. m., el gobierno de Estados Unidos tiene la intención de iniciar acciones legales".
Una actitud aparentemente desafiante
En respuesta a lo declarado por DoJ, Abbott indicó a través de su cuenta de Twitter que su despacho continuará "implementando todas las estrategias para proteger a los tejanos y estadounidenses, y a los migrantes que arriesgan sus vidas".
"Lo veremos en la corte, señor presidente", zanjó Abbott.
Texas is stepping up to address this crisis.
We will continue to deploy every strategy to protect Texans and Americans — and the migrants risking their lives.
We will see you in court, Mr. President.
— Greg Abbott (@GregAbbott_TX) July 21, 2023
La instalación de estas boyas como muros fronterizos, a juicio del gobernador de Texas, "evitará, de manera proactiva, los cruces ilegales entre los puertos de entrada al dificultar el cruce del Río Grande y llegar al lado de Texas de la frontera sur".
De acuerdo con lo reseñado por el portal Audacy, la instalación de las boyas estaría pautada para el próximo 7 de julio. Cubrirá un tramo de 300 metros y su costo será de un (1) millón de dólares.
Curiosamente, el muro flotante de Abbott no solo ha producido la ira del gobierno de Estados Unidos, sino también la del gobierno mexicano. La semana pasada, Alicia Bárcena, secretaria de Relaciones Exteriores de México, informó que ya enviaron una nota diplomática de queja, pues alegan que la medida viola el Tratado de Aguas firmado en 1944.
La canciller mexicana anunció que se enviará una “misión territorial a través de la Comisión Internacional de Límites de Aguas para definir en dónde están ubicadas estas boyas” colocadas por el gobernador de Texas, Gregg Abbott.
Texas vs. Estados Unidos y México. Samuel Houston, el líder del movimiento que independizó a Texas de México en el siglo XIX, para luego unirla con EE.UU., seguro jamás imaginó una situación así.