Alexéi Navalny, el líder de la oposición en Rusia, que intentaron envenenar en agosto, y fue apresado en el control de pasaportes cuando llegó a Moscú. Finalmente ‘apareció’ este lunes. El político exhortó a sus seguidores a “salir a la calle” contra el régimen de Vladimir Putin.
El Político
La vida de Alexéi Navalny parece de película de espionaje. Este político y abogado de 44 años se enfrentó en unas elecciones a la maquinaria de Putín. Después del asesinato de Borís Nemtsov en 2015, es el principal opositor del presidente ruso.
Luego Navalni, el pasado mes de agosto tuvo un intento de asesinato por envenenamiento. Después que se recuperó, culpó a Putín de este intento de homicidio. Lo trataron de envenenar con un agente neurotóxico de tipo Novichok. Rusia lo niega.
Después que fue apresado de una forma impactante, con el mundo como testigo, nadie sabía el paradero de Navalny. Las autoridades rusas no permitieron que su abogado se reuniera con él.
Más tarde, informaron que el principal opositor a Putin fue trasladado a una cárcel llamada "Matrosskaya Tishina" o "El silencio del marinero".
¡Navalny aparece en un video!
“No tengan miedo, salgan a la calle, no por mí sino por ustedes, por su futuro”, expresó el carismático líder anticorrupción en un video difundido a través de sus redes sociales. Justamente al día siguiente de ser detenido.
La detención de este líder opositor también fue impactante, digna de un filme de espionaje. Además, tuvo de testigo a todo el planeta. Ya que quienes estaban en el aeropuerto Sheremetievo en Moscú, transmitieron en directo cómo la policía se llevó preso a Alexéi Navalny.
Ya el político opositor al régimen ruso había dicho que regresaba a casa. Ahora que fue detenido a los pocos minutos de arribar a su país, estará detenido hasta el 15 de febrero por una decisión judicial.
“¡No se callen, resistan, salgan a la calle!”
Repentinamente, el lunes, un tribunal se reunió en horas de la mañana en la comisaría de Jimki, un suburbio de Moscú. Allí está preso Navalny.
Supuestamente se reunieron para revisar “el pedido de detención”, explicó Vadim Kobzev, principal jurista del adversario de Putin.
“El viejo en su búnker tiene tanto miedo que se rompe y se tira el código de procedimiento penal a la basura”, expresó Navalny refriéndose a Putin y al hecho de que un tribunal juzgue en una comisaría.
Cuando estaba en audiencia, Navalny manifestó, “¡No se callen, resistan, salgan a la calle”. Su más cercano colaborador, Leonid Volkov, anunció inmediatamente la organización de “grandes manifestaciones en todo el país el 23 de enero”, reportó Infobae.
La vida de un político opositor que parece una novela de espionaje
El intento de asesinato de Navalny se produjo cuando estaba en una gira electoral por Siberia. Cree que se produjo en un vuelo. Repentinamente cayó en coma.
Primero fue hospitalizado en Omsk. Debido a la presión de su familia fue trasladado a un hospital en Berlín, donde logró recuperarse. Los médicos alemanes determinaron que fue un intento de homicidio con un agente neurotóxico de tipo Novichok.
Tras su detención, el opositor denunció una “parodia de justicia” en la “ilegalidad más completa”, según un video difundido en Twitter por su portavoz Kira Yarmysh.
La detención del líder opositor ruso provocó una fuerte condena internacional. La reacción occidental fue unánime: la Unión Europea (UE), Estados Unidos, Alemania, Francia y Reino Unido pidieron su liberación “inmediata”.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, también se sumó a este llamado, lo mismo que la futura administración estadounidense de Joe Biden.
Ante esta avalancha de críticas, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, respondió que los occidentales atacaban a Rusia para “desviar la atención de la profunda crisis que sufre el modelo de desarrollo liberal”.
El caso Navalny “es un asunto de las fuerzas de seguridad” y se trata “de hacer respetar la ley”, agregó.
El servicio penitenciario había advertido el jueves pasado que Navalny sería arrestado a su regreso por violar el control judicial que se le había impuesto como parte de una sentencia de cinco años de prisión suspendida por malversación de fondos, que el oponente considera que tiene motivación política.
Desde finales de diciembre también es objeto de una nueva investigación de fraude por sospechas de haber gastado 356 millones de rublos (3,9 millones de euros, 4,8 millones de dólares) en donaciones para su uso personal.
Su regreso el domingo fue convulso y decenas de sus seguidores que fueron a recibirlo al aeropuerto de Vnukovo fueron arrestados por la policía antidisturbios. Luego el avión de Navalny, acompañado por muchos periodistas, fue desviado en el último minuto al aeropuerto de Sheremetievo.
Su arresto y separación de su esposa Yulia en el control de pasaportes tuvo lugar bajo la mirada de numerosas cámaras.
Tres laboratorios europeos llegaron a la conclusión de que Navalny había sido envenenado el verano boreal pasado por un agente nervioso de tipo Novichok, desarrollado en la época soviética con fines militares, una conclusión confirmada por la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).
En gran medida ignorado por los medios rusos, Navalny sigue siendo la principal voz de la oposición gracias a una gran audiencia en las redes sociales (su canal de YouTube tiene 4,8 millones de suscriptores) y a sus investigaciones sobre la corrupción de las élites y del entorno de Putin.
Sin embargo, su notoriedad sigue siendo limitada fuera de las grandes ciudades. Según un sondeo realizado en septiembre por el centro independiente Levada, sólo el 20% de los rusos aprueba su trabajo.