El Vaticano maneja las relaciones diplomáticas de una manera muy particular. El sigilo y el bajo perfil son sus más fuertes aliados.
Mario Beroes/El Político
Existen varios ejemplos de este estilo de "hacer las cosas" de la Santa Sede en el ámbito diplomático internacional.
Las negociaciaciones en 1979 entre Chile y Argentina por el Canal de Beagle, que casi lleva a la guerra a ambas naciones es uno, y el más conocido.
También el minúsculo Estado europeo estuvo presente en las negociaciones de paz en Colombia, y en la solución de varios conflictos armados en Centroamérica. Su aporte no se puede obviar.
Imposible obviar la mediación de Benedicto XVI, seguida por Francisco, entre Cuba y los Estados Unidos, que condujo al acuerdo entre los dos países.
A pesar de estos factores, la profundidad de la crisis venezolana es tal que la vía diplomática hoy parece lejana, aunque no se descartan, como ha ocurrido en otras ocasiones, gestiones ocultas del Vaticano.
El Vaticano no se va a negar a mediar en las negociaciones, pero tiene que ser invitado al diálogo, a lo que se ha opuesto el régimen de Maduro
Venezuela, EEUU y El Vaticano
Las relaciones entre la Santa Sede y el régimen venezolano a la llegada del Psuv al poder no han sido las mejores.
Los esfuerzos de la Iglesia católica por mediar en la crisis política y humanitaria que sufre Venezuela no han dado los frutos esperados, más por las trampas del régimen venezolano que por la voluntad del Vaticano, aunque sus logros históricos son un buen antecedente
Si bien los canales por los que ésta se mueve son a veces menos visibles y más discretos que los de otras instituciones, no por eso son menos efectivos. La escuela diplomática del Vaticano es de las más antiguas y con mayor experiencia.
El Vaticano es uno de los Estados con más embajadas y representaciones diplomáticas en el mundo. Está a la par con Estados Unidos y Francia. Cuenta además, con una red de inteligencia muy grande, gracias a las comunidades religiosas y su fuerza es que no defiende sus propios intereses, sino los de la humanidad, de los débiles y los excluidos.
A la conocida experticia vaticana se agregan factores personales de cercanía con Venezuela.
Esta la conocida amistad y relación profesional entre un Papa argentino y un Secretario de Estado, Pietro Parolin, que fue nuncio apostólico en Venezuela entre 2009 y 2013, la cabeza de la iglesia conoce bien América Latina y Venezuela en particular.
Por otra parte, el Superior General de la Compañía de Jesús, por primer vez nacido fuera de Europa, es el venezolano Arturo Sosa Abascal.
En octubre asumirá un compatriota suyo, Monseñor Edgar Peña Parra, actual nuncio en Mozambique, como Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado del Vaticano.
Cumbre de las Américas: ¿mejor o peor?
A pesar de los últimos acercamientos entre Washington y Caracas, la Cumbre de las Américas ha vuelto a poner de manifiesto las diferencias entre los gobiernos de Joe Biden y Nicolás Maduro.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y su homólogo de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, dialogaron, según informó el gobierno estadounidense, con las conversaciones entre el gobierno y la oposición de Venezuela como punto destacado de la agenda.
“Ambos conversaron sobre Venezuela y sobre la importancia de las negociaciones entre el régimen y la Plataforma Unitaria como el camino a seguir para salir de la crisis”, aseguró el portavoz de la cartera de Exteriores de EEUU, Ned Price, en un comunicado.
La conversación entre ambos funcionarios se produce en un momento en que, a pesar de algunos gestos de acercamiento por parte de la Administración Biden, generalmente supeditados al avance de las negociaciones en Ciudad de México, EEUU y Venezuela andan enzarzados por la no invitación de Caracas a la IX Cumbre de las Américas.