La dictadura nicaragüense ha ordenado seguirle juicio al obispo Rolando Alvárez, quien preside la diócesis del departamento norteño de Matagalpa.
El Político
El obispo de Matagalpa, de 56 años, es la nueva víctima del brutal acoso de la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, contra la iglesia católica desde las protestas de 2018. La cual hasta ahora arroja un saldo de ocho sacerdotes detenidos y uno en el exilio, Uriel Vallejos.
Este martes, tras una audiencia en Managua, el obispo Rolando Álvarez, crítico del gobierno de Daniel Ortega, fue pasado a juicio acusado de conspiración y propagación de noticias falsas, informaron autoridades judiciales.
Por qué es importante
Desde hace más de un año se vienen produciendo en Nicaragua actos de persecución contra la Iglesia católica por su supuesto apoyo a los opositores al gobierno de Ortega.
Monseñor Álvarez Lagos, obispo de la diócesis de Matagalpa, es el primer obispo detenido y procesado desde que el presidente Daniel Ortega volvió al poder en Nicaragua en 2007 con el partido sandinista.
En contexto
En 2022, el gobierno sandinista expulsó del país al nuncio apostólico Waldemar Stanislaw Sommertag y a 18 monjas de la orden de las Misioneras de la Caridad, fundada por la Madre Teresa de Calcuta.
También encarceló a siete sacerdotes y dos colaboradores de la diócesis de Matagalpa, cerró nueve emisoras de radio católicas y retiró tres canales católicos de la programación televisiva por suscripción, e impidió procesiones y peregrinaciones.
Panorama general
El pasado 13 de diciembre, el tribunal había admitido la acusación presentada por el fiscal especial del caso, Manuel Rugama, contra monseñor Álvarez, había confirmado el arresto domiciliario del obispo y había fijado la primera vista para hoy, 10 de enero.
La madrugada del 19 de agosto, agentes de policía sacaron del palacio episcopal a Monseñor Álvarez junto con sacerdotes, seminaristas y laicos. Tras permanecer 15 días encerrado a la fuerza en su residencia, acusado de intentar "organizar grupos violentos".
Ese día la policía lo trasladó desde Matagalpa a Managua acusado de intentar desestabilizar al país con sus posiciones críticas.
Junto con Álvarez también detuvieron al menos seis religiosos que permanecen en una cárcel de Managua sin que se conozcan oficialmente cargos contra ellos.
Lo que se dijo
Monseñor Álvarez fue acusado por la fiscalía de Nicaragua de los delitos de conspiración "para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas" a través de los medios de comunicación y las redes sociales.
El organismo judicial de Managua indicó en una nota de prensa que durante la audiencia se "admitió el intercambio de información de pruebas y remitió la causa (contra Álvarez) a juicio", sin precisar la fecha de mismo.
El organismo judicial informó que pidió nuevamente a la Interpol que ordene la captura del padre Uriel Vallejos, quien se exilió antes de ser apresado por los mismos delitos.
Intervención papal
En el caso de la persecución a los sacerdotes, defensores de los derechos humanos han pedido reiteradamente la intervención del Papa Francisco, que hasta ahora permanece callado sobre esta delicada situación.
Lo que sigue
Para el defensor de derechos humanos Pablo Cuevas y el exrector de la Universidad Americana (UAM) Ernesto Medina, el juicio político que dirige la dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo en contra del obispo Rolando Álvarez es de “nulidad absoluta”.
En el sistema de justicia el obispo de Matagalpa “ya está condenado”, afirman.
“La independencia de poderes en nuestro país es nula. Todo se cuadra antes quienes mandan: la pareja presidencial. Si somos objetivos en este caso, tenemos que decir que monseñor ya fue condenado. Desde que inició este proceso, seguramente existe una sentencia en este sentido”, dijo Cuevas, director de la Defensoría Nicaragüense de Derechos Humanos (DNDH), cuyas oficinas se encuentran en Estados Unidos.
Cuevas señaló algunas de las irregularidades cometidas hasta ahora:
- sustrajeron al obispo de su juez natural que debió ser el de Matagalpa,
- violaron los 90 días que se dieron de margen para acusar a los sospechosos ante los tribunales
- lo imputaron 144 días después.
- también lo mantienen en aislamiento
- le impiden nombrar a un abogado defensor de su confianza
- y el proceso judicial lo realizan en la clandestinidad
En conclusión
El proceso contra los religiosos ocurre en medio de las tensas relaciones que la Iglesia católica tiene con el gobierno izquierdista de Ortega desde las protestas opositoras de 2018.
Fuente: DW / Vatican News