Tras el anuncio haber detenido y condenado a muerte 17 iraníes que trabajaban para la CIA, el país islámico colocó su bandera en el petrolero británico Stena Impero capturado por la Guardia Revolucionaria en el estrecho de Ormuz.
Apolinar Martínez/El Político
Acusaciones van y acusaciones vienen, pero lo cierto es que la tensión se calienta en las relaciones entre Irán, Estados Unidos y ahora Gran Bretaña.
Si pudiera ponérsele un inicio a la disputa con la antigua Persia, éste bien podría ser el momento en que Estados Unidos decidiera retirarse del acuerdo nuclear de 2015 e imponerle sanciones a Irán.
Desde entonces se han producido ataques a barcos, el derribo de drones iraníes y norteamericanos, hasta la captura el viernes pasado de un barco petrolero británico.
Y ahora los espías
Aunque la inteligencia señaló que los 17 espías detenidos eran iraníes, sostuvo asimismo que formaban parte de una red de espionaje cibernético de EEUU, y el jefe del antiespionaje del Ministerio de Inteligencia de Irán, cuyo nombre no es público, dijo este lunes en una rueda de prensa que "habían colaborado consciente y deliberadamente con la CIA" .
Se confirmó que los sentenciados a la pena capital, de los que no se ofreció una cifra exacta, fueron encontrados culpables de "corrupción en la tierra", un cargo que la jurisprudencia islámica castiga generalmente con la horca.
Los 17 detenidos no estaban en contacto entre ellos sino que cada uno se comunicaba con un agente de la CIA, y eran empleados en "centros importantes del país", como por ejemplo, centrales nucleares, alegó la inteligencia iraní.
Bandera en barco británico
Como para que se aprecie que no tienen miedo a nadie, ahora los iraníes no solamente se niegan a regresar el barco petrolero a Gran Bretaña sino que le han colocado su bandera. El Stena Impero que se encuentra en el puerto de Bandar Abbas ondea la insignia islámica.
Irán se mantiene firme en su pulso a Reino Unido. Lejos de rebajar la tensión, reta, así, con la bandera iraní ondeando en el petrolero Stena.
El Gobierno iraní asegura que la detención del Stena fue porque no se respondió a la llamada de auxilio de un barco de pesca con el que había chocado y advierte que seguirá el proceso legal hasta el final, cuando los 23 tripulantes podrían ser juzgados antes de su liberación.
Mientras, la empresa a cargo del buque rechaza esas explicaciones y asegura que se encontraba en aguas internacionales cuando fue interceptado considerándolo más un acto de venganza por la captura británica de un petrolero iraní hace dos semanas.
Imprevisibles consecuencias
Cuál será el próximo paso que se dará en este preconflicto, y quién lo hará, es la pregunta que está en el aire y que puede producirse en las próximas horas. Donald Trump ya ha tenido contacto con las autoridades británicas, por lo que puede esperarse que la respuesta sea común.