El 2020 fue un año caracterizado por la pérdida de innumerables puestos de trabajo en Latinoamérica. Pero el 2021 hubo un repunte de la economía en la región. La recuperación del empleo fue uno de los indicadores que resaltaron. Pero en el caso de puestos de trabajo para mujeres la recuperación no fue suficiente.
El Político
En 2020 las mujeres perdieron 49 millones de puestos de trabajo. Todavía 4,5 millones de personas, el 93 % de ellas mujeres, requieren reinsertarse en el mercado laboral. Estas cifras son las manejadas por la Organización Internacional del Trabajo – OIT.
El director de la OIT de América Latina y el Caribe, Vinicius Pinheiro, declaró al respecto: "dos años después del inicio de la pandemia, la recuperación del empleo ha sido mediocre. El panorama laboral de la región es incierto, la emergencia sanitaria por la pandemia no ha terminado y las expectativas de crecimiento no son tan alentadoras".
A propósito del tema del desempleo en Latinoamérica, fue presentado el informe "Panorama Laboral 2021 de América Latina y el Caribe", por el jefe regional de la OIT, donde se destaca una fuerte desocupación juvenil y femenina que preocupa. Esto aunado a una creciente economía informal y los efectos de la crisis sanitaria sobre los sectores menos favorecidos de la sociedad.
Otro elemento que contribuye a agudizar la situación económica y social en algunos países Latinoamericanos es la ausencia de protección social. Esto ha llevado a muchos pueblos a un estado de mayor vulnerabilidad, en comparación con otras naciones de planeta.
Pinheiro advirtió que: "los indicadores de empleo que arroja el informe dibujan un panorama poco favorable. Esto amenaza con aumentar el trabajo infantil y generar una mayor inestabilidad política y social en la región.
Algunas cifras
En el estudio se puso en evidencia que la tasa promedio de desocupación a fines del año 2021, cuando la región tuvo un crecimiento económico superior al 6 %, fue del 9,6 %. Esto representa una mejoría en comparación con el 10,6 % en el que se ubicó la desocupación en 2020. Sin embargo, se trata de un retroceso frente al 8 % registrado en 2019.
Para Pinheiro: "ha sido una recuperación muy modesta e insuficiente. El bajo crecimiento proyectado para 2022, de 2,1% a 2,4%, amenaza la senda para disminuir esa tasa de desocupación, que este año podría bajar entre 0,2 y 0,3 puntos porcentuales y mantenerse así por encima del 9%". La crisis acentúa la ausencia de ofertas de trabajo para mujeres.
El teletrabajo
La llegada de la pandemia obligó a muchas personas a cambiar su trabajo presencial por el teletrabajo. Igualmente, las compras en línea se incrementaron. Esto trajo como consecuencia nuevas fuentes de empleo, así como nuevos nichos de mercado.
Pero no todos en Latinoamérica cuentas con acceso a la tecnología. Tampoco cuentan con una conexión estable a Internet, que les permita desarrollar un trabajo en línea de manera eficiente.
En el informe se revela que desde el inicio de la pandemia, la recuperación del empleo fue más pronunciada entre la población femenina. Pero las mujeres siguen estando en desventaja con respecto a los hombres en materia de acceso a puestos de trabajo. No se han podido recuperar después del "bajón" en la oferta laboral del año 2020.
Más cifras
La tasa promedio de desocupación de las mujeres fue exactamente la misma entre 2020 y 2021. Esta se situó en 12,4%, muy lejos del 9,4% que hubo en el año 2019.
Algunos datos específicos del informe revelan que: "el impacto más intenso para las mujeres en la región se asocia a la mayor presencia femenina en sectores económicos, que fueron afectados fuertemente por la crisis. Tales son los casos de la hotelería y los restaurantes. También destacan actividades de oferta de servicios diversos y servicios domésticos".
Los jóvenes
Para los jóvenes entre 15 y 24 años, la tasa de desocupación alcanzó en 2021 el 21,4%. Se trata de un índice menor al 23% de 2020. Pero muy alejado del 18% que registraba antes de la pandemia, cuando ya era una tasa elevada.
Según Pinheiro: "esto puede ser una tragedia social. Y en este contexto es fundamental que los países de la región caminen hacia la formalización y pongan en marcha medidas que coloquen el empleo y las personas en el centro de la recuperación económica".