En un artículo de opinión publicado este domingo en el portal web de La Razón, Omar González, miembro del equipo de campaña de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, relató la audaz Operación Guacamaya, que permitió su liberación y la de cuatro compañeros tras 412 días de cautiverio en la Embajada de Argentina en Caracas. La acción, ejecutada con precisión, marcó un duro golpe al régimen de Nicolás Maduro, que había convertido el recinto diplomático en una prisión vigilada.
González, junto a Magallí Meda, Claudia Macero, Pedro Urruchurtu y Humberto Villalobos, buscó refugio en la embajada el 20 de marzo de 2024, tras ser perseguidos por acusaciones de “terrorismo” y “conspiración”. Sin embargo, el régimen transformó el lugar en un centro de opresión, cercado por la Sebin, la Dgcim, francotiradores, drones y barricadas. “La embajada, que debía ser un baluarte de soberanía, se convirtió en un teatro de tortura psicológica”, escribió González, describiendo cómo fueron privados de luz, agua, comida y contacto con sus familias.
El artículo detalla las condiciones extremas que enfrentaron, con días sin electricidad, racionamiento de agua y alimentos, y un asedio constante que buscaba quebrar su resistencia. A pesar de ello, los cinco opositores se mantuvieron firmes, apoyándose mutuamente. “Magallí, con su espíritu de acero, nos recordaba que éramos estandartes de una Venezuela indomable”, afirmó González, destacando el rol de cada compañero en la lucha por la libertad.
La Operación Guacamaya, coordinada desde el exterior por aliados y María Corina Machado, se ejecutó en la madrugada con una sincronización impecable, sin disparos ni caos. González describe el momento de su escape como un “milagro”, cuando “rostros desconocidos pero fraternos” los guiaron a la libertad. Al llegar a suelo estadounidense, el opositor sintió alivio, pero también un compromiso renovado: “No descansaré hasta que Venezuela sea libre”.