El primer ministro neozelandés, Bill English, expresó hoy su desacuerdo con el veto migratorio estadounidense ordenado por el presidente Donald Trump, a diferencia de su homólogo australiano, Malcolm Turnbull, quien se abstuvo de pronunciarse públicamente.
Trump estableció desde el pasado fin de semana una prohibición temporal a la entrada a EEUU de refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana con historial terrorista (Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Yemen e Irán).
"Estamos en desacuerdo, no la aplicaríamos aquí", dijo English a la cadena TVNZ de la televisión neozelandesa, al remarcar que espera tener la oportunidad de hablar sobre el tema con Trump.
"No tenemos miedo de nada. Lo que me preocupa es asegurar a la gente en Nueva Zelanda, inmigrantes, refugiados, que no es el camino que vamos a seguir y no queremos que se sientan angustiados o preocupados en que vamos a seguir de alguna manera esa clase de política", acotó el primer ministro conservador.
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Por otro lado, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, se negó a pronunciarse públicamente contra el veto y solo dijo en una escueta rueda de prensa que "cuando tenga un comentario franco que decirle a un presidente estadounidense, se lo daré en privado como lo hacen los buenos amigos y los primeros ministros sabios".
Turnbull también anunció que los ciudadanos australianos con doble nacionalidad -australiana y uno de los citados siete países- no se verán afectados por el polémico veto migratorio.
"Lo que es importante para mí como primer ministro australiano es hacer cosas por los australianos", recalcó este martes el primer ministro australiano, quien ha sido criticado por no emular a otros líderes del mundo en sus condenas.
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Horas después de la intervención de Turnbull, el ministro australiano de Inmigración, Peter Dutton, respaldó en una entrevista con el Canal 7 la medida de Trump al indicar "que es importante para Australia apoyar a los Estados Unidos, un buen amigo, un buen aliado por mucho tiempo y espero que lo sea también en el futuro".
"Nosotros tenemos el derecho soberano de determinar quién viene a través de nuestras fronteras y los Estados Unidos fueron a las elecciones con millones de estadounidenses preocupados por las políticas migratorias y el presidente Trump tiene el mandato para implementar esas políticas", dijo Dutton, reporta la edición australiana del diario The Guardian.
El veto, que ha sido calificado de "ilegal" y "mezquino" por la ONU, ha generado una ola de protestas tanto dentro como fuera de Estados Unidos, así como confusión e indignación en varios aeropuertos del mundo en donde numerosos viajeros veían bloqueado su acceso a territorio estadounidense.
Con información de: EFE