A escasas tres semanas de entregar las llaves de la Casa Blanca, el presidente de EE.UU., Barack Obama, ha aprobado "in extremis" medidas unilaterales para intentar salvar su legado ante la llegada del republicano Donald Trump, irritado por unas acciones que podrían ser difíciles de revertir.
"Ha sido el mayor privilegio de mi vida ser su Presidente", aseguró hoy Obama, quien prometió a los estadounidenses que seguirá a su lado "en cada paso del camino" en el "importante" papel que desempeñará como ciudadano una vez que el 20 de enero deje la Casa Blanca para ceder el poder a Trump.
Sin embargo, mientras se desarrolla la transferencia de poderes, Obama ha proclamado algunas medidas que podrían impactar en el Gobierno de Trump, como la prohibición de prospecciones petroleras y gasísticas en aguas del Ártico y algunas zonas del Atlántico, así como sanciones económicas y diplomáticas contra Rusia.
"Hemos hecho un extraordinario progreso como país en estos últimos ocho años", defendió hoy Obama, quien aseguró que los avances han sido "el resultado de decisiones difíciles" y de "un arduo trabajo".
Obama hizo estas declaraciones en su tradicional discurso semanal de los sábados difundido por la Casa Blanca y en el que no mencionó las sanciones proclamadas esta semana contra Rusia en repuesta a su supuesta injerencia en las elecciones para dañar a Hillary Clinton y favorecer el triunfo de Donald Trump.
En concreto, Obama ordenó esta semana la expulsión de 35 diplomáticos rusos y sus familias en un plazo de 72 horas e impuso sanciones económicas contra organismos de espionaje, individuos y empresas de seguridad informática rusas, unas medidas de las que Trump se ha desmarcado.
Aunque la idea de Trump compartida aparentemente con el líder ruso, Vladimir Putin, era abrir una nueva era en las relaciones entre la Casa Blanca y el Kremlin después del tenso periodo actual, estas sanciones de seguro dificultarán ese proyecto.
Más allá de las sanciones, Obama proclamó este mes de manera unilateral dos medidas destinadas a proteger el medio ambiente y que tratan de blindar su legado, de forma que si Trump trata de gobernar en un sentido contrario a su antecesor tendrá que enfrentarse a numerosas disputas legales.
Con información de EFE