Varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG) internacionales trabajan contrarreloj junto con el Gobierno de Corea del Norte para ofrecer un techo a cientos de miles de víctimas de las inundaciones ante las inminentes heladas al nordeste del país.
"En esta parte del país las temperaturas bajan hasta -35 grados centígrados en pleno invierno y quedan semanas para que llegue el frío. Es importante garantizar viviendas sólidas, ya que las tiendas de campaña y refugios temporales no son suficientes", indicó este miércoles a Efe el director de la oficina de la Cruz Roja en Pyongyang, Chris Staines.
El tifón Lionrock, que golpeó la provincia de Hamgyong del Norte entre el 29 de agosto y 2 de septiembre, ha causado 138 muertos y 400 desaparecidos, mientras 69.000 personas permanecen desplazadas, 140.000 están gravemente afectadas y un total de 600.000 necesitan asistencia, según los últimos datos del Gobierno.
Unas 30.000 viviendas han quedado dañadas -el 62 por ciento completamente destruidas-, otros 16.400 edificios han sufrido deterioros y se han inundado 27.000 hectáreas de tierra cultivable, lo que ha creado una auténtica emergencia humanitaria en el país más aislado del mundo.
"Las autoridades norcoreanas están coordinando la respuesta y han movilizado a unas 200.000 personas y muchos recursos, como cemento o barras de acero de refuerzo. Las organizaciones internacionales, incluida la Cruz Roja, trabajan en estrecha coordinación con las autoridades", explicó Staines.
El director de la Cruz Roja aseguró que, además de viviendas o tejados, las necesidades más urgentes son "ropa y zapatos, agua potable para beber y bañarse, alimentos debido a que se han perdido muchos cultivos y ganado, medicamentos y acceso a la atención médica por la destrucción de clínicas y hospitales".
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Preguntado sobre una posible epidemia de cólera en la zona, Staines aseguró que "las autoridades nos han dicho que no hay casos" de esta enfermedad infecciosa.
Por su parte, la coordinadora del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Corea del Norte, Marina Throne-Holst, declaró a Efe que "los sistemas de agua y saneamiento están severamente dañados por las inundaciones", aunque tampoco pudo confirmar la presencia del cólera.
ACNUR, que colabora en la asistencia junto con el Gobierno norcoreano y las otras organizaciones internacionales, asegura necesitar un presupuesto de 29 millones de dólares, de los que ha reunido de momento 5 millones, según Throne-Holst.
Por su parte, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja ha recaudado unos 2 millones de dólares de los 15 millones que requiere, indicó su director en Pyongyang.
Ambas organizaciones han hecho un llamamiento a posibles donantes para colaborar en los trabajos de restauración de daños del que ha sido uno de los mayores desastres naturales de la historia de Corea del Norte.
Con información de EFE