Babatunde Osotimehin, director ejecutivo del Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA, en sus siglas en inglés), alentó a los Gobiernos a evitar los embarazos en menores de 18 años para limitar riesgos asociados a la maternidad adolescente, declaró en una entrevista con Efe en Asunción.
Osotimehin, quien participó esta semana en Paraguay en el lanzamiento de un Plan Nacional de Salud Adolescente, explicó que, en el caso de las niñas y adolescentes por debajo de 18 años, los embarazos "no son esperados" y sus cuerpos "no están preparados" para la gestación y el parto, por lo que "corren muchos riesgos",
"El embarazo puede tener complicaciones, el bebé no puede crecer tan bien como debería y, en el momento del parto, quizá la niña no puede llevarlo a cabo, porque su pelvis no está completamente desarrollada. Tal vez necesite una intervención de cesárea y, dependiendo de dónde esté, no pueda recibirla y muera", declaró.
El director del UNFPA, cuyo cargo es equivalente al de secretario general adjunto de Naciones Unidas, explicó que, incluso aunque la niña sobreviva, es posible que tenga complicaciones como fístulas obstétricas que comprometan su salud, además de consecuencias psicológicas y emocionales adversas.
En el plano social, señaló que una niña o adolescente embarazada "pierde la oportunidad de ir a la escuela y obtener las habilidades necesarias para desarrollar su máximo potencial y conseguir una autonomía económica".
Osotimehin observó que los embarazos infantiles y adolescentes se producen en los estratos socioeconómicos más bajos, por lo que la maternidad en niñas y adolescentes "perpetúa la pobreza", y hace que la comunidad y el país entero "pierda el potencial que pudo haber desarrollado esa niña".
Agregó que, según investigaciones, los bebés nacidos de mujeres a partir de los 18 años se encuentran en mejores condiciones y están mejor nutridos que los que nacen de niñas o de adolescentes.
Destacó además que las mujeres a partir de 18 años planifican mejor sus vidas, están mejor adaptadas psicológica y emocionalmente a la maternidad y probablemente tengan ya un empleo, lo que les permite tener su propia economía y que el bebé crezca en un entorno donde reciba mejores cuidados.
Para el director de UNFPA, el mejor camino para prevenir los embarazos infantiles y adolescentes es la educación sexual integral, que permita a niños, niñas y adolescentes "conocer los cambios que ocurren en sus cuerpos y la posibilidad de embarazos o de contraer VIH u otras infecciones de transmisión sexual" si se exponen a riesgos.
"Siempre hay grupos derechistas y grupos religiosos que se oponen (a la educación sexual integral), pero no podemos detenernos, porque las consecuencias de no dar esta educación son demasiado graves para los jóvenes", declaró.
Puso el ejemplo de "un país de África del Sur donde solo un 27 % de las niñas y adolescentes conoce de qué manera se transmite el VIH" y, como consecuencia, el país tiene índices muy elevados de prevalencia de este virus.
"No dar educación sexual es casi criminal", opinó.
Agregó que algunos de los problemas que pueden derivar de la falta de educación sexual, como la muerte materna o la mortalidad vinculada al SIDA, son asuntos de salud pública, pero también cuestiones de derechos para que mujeres, niñas y adolescentes puedan "tomar el control sobre sus vidas".
Osotimehin insistió además en la necesidad de prevenir y proteger a las niñas y adolescentes de la violencia sexual, origen de la mayor parte de los embarazos en menores de 14 años.
"En demasiadas sociedades en el mundo hay impunidad sobre la violencia sexual, y los varones que cometen estos crímenes terribles no son castigados correctamente. Es importante que la sociedad no lo perdone, porque si no, nunca podrá ser erradicado", dijo Osotimehin.
Cada día, 20.000 niñas y adolescentes menores de 18 años dan a luz en todo el mundo, lo que equivale a 7,3 millones de partos cada año, según datos de UNFPA.
Con información de: EFE