El Consejo de Derechos Humanos de la ONU condenó hoy los abusos y vejaciones cometidos en Sudán del Sur por las dos partes del conflicto y reafirmó el mandato de la comisión que investiga las atrocidades cometidas en el país.
El Consejo celebró hoy una sesión especial para debatir sobre lo que sucede en la nación más joven del mundo, Sudán del Sur, donde tras dos años de existencia estalló un conflicto civil en 2013.
"Condenamos las actuales violaciones y abusos de los derechos humanos y las violaciones de la ley humanitaria internacional en Sudán del Sur, incluyendo asesinatos, violencia étnica, violación y otras formas de violencia sexual y de género, el reclutamiento y el uso de niños, detenciones arbitrarias y torturas", reza el texto.
La resolución recuerda que muchos de los abusos registrados pueden considerarse crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.
Asimismo, muestra su preocupación por que "los civiles que buscaron protección en campos de la ONU han sido atacados y asesinados" y las instalaciones fueron destruidas.
La resolución también muestra consternación debido a que todos estos crímenes quedan "impunes".
Otro de los temas destacados de la resolución es el riesgo de limpieza étnica y la incitación al odio y a la violencia por motivos étnicos por todas las partes en conflicto, por lo que alerta "del potencial riesgo" de que se produzca un genocidio en el país.
Se trata de un riesgo que denunciaron todos los responsables de Naciones Unidas que tomaron la palabra durante la sesión, así como los países miembros del Consejo que intervinieron.
Otro de los asuntos más comentados, tanto por los participantes como en el mismo texto, es el de la violencia sexual.
La presidenta de la comisión de investigación de la ONU, Yasmin Sooka, reveló que el 70 %o de las mujeres sursudanesas acogidas en los campos de desplazados internos de Juba fueron víctimas de violación, y que la mayoría de los abusos sexuales han sido cometidos por policías y soldados.
"Imagínense que el 70 % de las empleadas de la ONU hubieran sufrido abusos sexualmente en los últimos tres años. Esto está más allá de la imaginación de cualquiera", dijo Sooka.
"Nuestra comisión encontró mujeres rechazadas por sus maridos tras ser violadas en grupo por soldados, mujeres expulsadas de la comunidad por estar embarazadas de niños concebidos en una violación, madres que cada día deben elegir entre ser violadas o ver a sus hijos morir de hambre", agregó.
Ante esta situación, la resolución pidió a todas las partes en conflicto que cesen la violencia, y al Gobierno de Sudán del Sur que proteja los derechos humanos de sus ciudadanos.
Concretamente, solicitó que todos los responsables sean juzgados con todas las garantías, los culpables condenados, y las víctimas resarcidas.
Para poder verificar lo que ocurre sobre el terreno actualmente, pero también investigar lo que sucedió en el pasado, la resolución reafirmó el mandato de la comisión de investigación que el Consejo creó en marzo del 2016 y cuyo mandato expira en marzo de 2017, pero no lo renovó por un año, como figuraba en el borrador inicial.
En su lugar los países piden un "renovado énfasis en la necesidad de establecer los hechos y las circunstancias de las presuntas violaciones y abusos de derechos humanos para que los culpables tengan que rendir cuentas" ante la Justicia.
La guerra en Sudán del Sur comenzó en diciembre de 2013 después de que el presidente Salva Kiir (de etnia dinka), acusara al vicepresidente Riek Machar (de la etnia rival nuer) de haber organizado un golpe de Estado contra él, dos años después del nacimiento del país como Estado independiente.
Con información de EFE