Nicolás Maduro ordenó la detención de opositores y críticos al régimen, y que fueron sometidos a descargas eléctricas, golpizas, asfixias y otros tratos crueles estando en custodia.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Esa es la conclusión a la que llegaron expertos independientes que trabajan para el máximo organismo de derechos humanos (DDHH) de la ONU en el nuevo informe que presentan sobre el tema y Venezuela.
Es el tercer informe de una misión investigadora sobre Venezuela, comisionada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
El mismo agrega nuevos detalles sobre una larga serie de violaciones a los derechos, incluyendo posibles crímenes contra la humanidad, que han tenido lugar durante el régimen dictatorial del Maduro y que los expertos documentaron por primera vez hace dos años.
¡Maduro y Cabello culpables!
Según el documento, Maduro ordenó la tortura en algunos casos, aunque no dieron detalles de ejemplos específicos.
La misión de tres personas llegó a esa conclusión principalmente mediante entrevistas con exmiembros de las agencias de inteligencia del país sudamericano.
“Nos basamos en testimonios diversos pero congruentes que recibimos de nuestras fuentes de información, y así intentamos corroborar y verificar este tipo de información”, dijo la jurista lusitana Marta Valiñas, quien preside la misión a los medios de comunicación.
“Pero eso es lo que recibimos sobre la implicación de altos niveles políticos, incluido el presidente, en lo tocante a determinar quién debía ser vigilado y detenido, y en algunos casos ser sometido a un trato equiparable a actos de tortura u otras formas de maltrato”.
Misión sin facultades judiciales
La misión carece de facultades judiciales, pero las pruebas que ha compilado podrían ser utilizadas algún día por la Corte Penal Internacional o algún país que pudiera aplicar la “jurisdicción universal” para procesar presuntos crímenes contra la humanidad.
El gobierno guarda silencio. Tampoco ha respondido a más de 20 cartas que le envió la misión, que no ha recibido autorización para ingresar en el país.
El documento afirma que Maduro y el dirigente del partido gobernante Diosdado Cabello han dado órdenes de que se “identifique a personas que deban ser investigadas”, entre ellas civiles y detractores al gobierno.
Las órdenes son cumplidas por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN), y la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DIGECIM), entes que arrestan a individuos tras “un periodo de vigilancia e investigación” y los torturan o someten a “tratos o castigos crueles, inhumanos o degradantes”.
Torturados durante días o semanas
El servicio de inteligencia “se sirve de una amplia gama de métodos de tortura, como golpizas, choques eléctricos, asfixia con bolsas de plástico y posiciones estresantes, así como amenazas de violar o matar a los detenidos y otras formas de tortura psicológica”, dice el reporte.
Añade que entre las víctimas hay líderes opositores, estudiantes, organizadores de protestas, periodistas y personas que trabajan en organizaciones no gubernamentales.
“Venezuela sigue enfrentando una profunda crisis de derechos humanos”, declaró Valiñas, quien exhortó a las autoridades venezolanas a que consideren con seriedad los hallazgos de la misión y adopten las medidas pertinentes.
-El gobierno tiene la responsabilidad de investigar y procesar los casos de abusos.
Sin embargo reconoció que las diversas denuncias “no garantizan que el sistema de justicia actúe de manera independiente e imparcial”.
SEBIN y DIGECIM: Siglas de miedo
La misión denunció que las autoridades no han hecho lo suficiente para compensar a las víctimas, y que las violaciones a los derechos continúan “hasta el día de hoy” por parte de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y del SEBIN, que está bajo el mando de Cabello.
“Las autoridades venezolanas no han hecho que los perpetradores rindan cuentas ni han brindado reparación a las víctimas en un contexto en el que las reformas judiciales anunciadas en 2021 no han atendido la falta de independencia y de imparcialidad del sistema judicial”, dijo la misión en un comunicado.
El episodio del SEBIN y Casa Militar
La desfachatez de los agentes de inteligencia, según el informe, incluso ha afectado al mismo Maduro.
En un ejemplo en el informe, el vehículo privado de Maduro fue detenido por un comando del SEBIN.
“Maduro supuestamente descendió del vehículo y les dijo que entregaran sus armas, a lo que le respondieron ‘usted no es nuestro jefe’”, según el informe.
“Maduro supuestamente llamó a la DGCIM para que arrestara a los agentes y subsecuentemente reemplazó” por algún tiempo al director del SEBIN.
El equipo, que llegó a sus conclusiones en parte con base en casi 250 entrevistas, documentó un total de 122 casos de tortura, violencia sexual y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes por parte de agentes de la DGCIM en su sede en Caracas y en centros de detención clandestinos en otras partes del país.
DDHH y Arco Minero
El reporte documenta también violaciones de los derechos humanos en el Arco Minero del Orinoco, una remota región del sudeste del país donde prolifera la minería ilegal de oro.
La región fue creada en la última década, cuando la industria petrolera que era el sostén del país entró en crisis.
La región se ha militarizado fuertemente y allí se permite la actividad de grupos armados.
Los hallazgos de la misión incluyen agresiones a poblaciones indígenas en la zona, donde se han generado oportunidades para el enriquecimiento personal de allegados al poder.
“La Misión ha evaluado información disponible públicamente según la cual miembros de las fuerzas armadas venezolanas y la élite política se han beneficiado y continúan beneficiándose de actividades relacionadas con la minería de oro en el Arco Minero.”
Los expertos entregaron su reporte al Consejo de Derechos Humanos, que la semana pasada comenzó su sesión de otoño.
17 casas de tortura
La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de la ONU reveló la existencia de al menos 17 casas que funcionan como centros clandestinos de torturas de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM).
La Misión documentó que en múltiples ocasiones las personas detenidas fueron mantenidas durante horas o días en “casas de seguridad” antes de ser llevadas a Boleíta en Caracas.
La DGCIM ha utilizado estas instalaciones, al menos, desde agosto de 2017, cuando se registró el primer caso.
“Las personas detenidas en centros de detención secretos fueron sometidas a actos de tortura incluyendo violencia sexual".
Según información recabada por la Misión, estas “casas de seguridad” son administradas por Alexánder Enrique Granko Arteaga, el director de Asuntos Especiales (DAE) de la DGCIM.
La mayoría de estas viviendas pertenecían a presuntos narcotraficantes o familias acomodadas, y fueron incautadas por los organismos gubernamentales.
Las casas o tumbas. Una por una
- Un solar en la urbanización Prados del Este en Caracas
- Una casa llamada Tamanaco, cerca del Hotel Tamanco, en Caracas
- Una casa llamada La Trinidad, en Caracas
- Una casa llamada Galpón, en la ciudad de Guarenas, en Caracas
- Un casa en San Bernardino, cerca del restaurante Crema Paraíso, en Caracas (actualmente inactivo)
- Una casa en la urbanización Bello Monte, en Caracas
- Una casa en el sector de La Mariposa, denominada “Casa de Granko nº 1”
- Una casa llamada Galpón, en la Mariposa;
- Una casa en el sector Los Naranjos
- Una casa en el sector Lomas de Las Mercedes
- Una casa en la zona de San José, en Fuerte Tiuna o en sus alrededores, en Caracas
- Un sitio en Fuerte Tiuna, donde tienen su sede el Ministerio de la Defensa y el Comando del Ejército. Este lugar tiene 12 celdas que son administradas por la DGCIM, separadas de la prisión administrada por la Policía Militar
- Un sitio llamado Sorocaima o La Mariposa en la zona militar de San Antonio de Los Altos, en el estado Miranda
- Un sitio en la zona montañosa del municipio El Hatillo, en el estado Miranda
- Una casa en Alto Prado, cerca del Centro Comercial Plaza
- Un sitio cerca del aeropuerto de La Carlota
- El “cerro”, situado en Caracas (a una media hora en coche desde Boleíta), donde se lleva a las personas detenidas, se las encapucha y se les da una pala para cavar sus tumbas, tras lo cual los funcionarios de la DGCIM simulan dispararles.
¿Quién es Granko Arteaga?
Algunos de estos los lugares habían sido establecidos originalmente para la protección de funcionarios del régimen en caso de amenazas o golpes de Estado, pero posteriormente se utilizaron para encarcelar, torturar y secuestrar a opositoras y opositores.
También, reveló que al menos uno de estos sitios funciona como centro de entrenamiento para los agentes de la DGCIM.
De acuerdo a testimonios de testigos, dos capitanes, que responden a Granko Arteaga, están a cargo de la gestión de las casas de seguridad, incluyendo la logística y el suministro de materiales utilizados para llevar a cabo las torturas, los actos de violencia sexual y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.
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