El Gobierno de Estados Unidos aseguró a la Organización de las Naciones Unidas que las contribuciones a su fondo humanitario para Venezuela estarán a salvo de incautaciones por parte de acreedores.
El Político
Tras el reinicio del diálogo entre la oposición venezolana y el régimen de Nicolas Maduro, los cuales, formalizaron un acuerdo el pasado martes, 17 de octubre, el Departamento de estado ha establecido nuevas normativas en sus relaciones con el socialismo bolivariano.
La decisión por parte de la Administración Biden de reactivar el fondo con sede en Nueva York, resultó tras el acuerdo alcanzado en México el año pasado entre el líder venezolano, Nicolás Maduro, y representantes de la oposición, lo cual podría representar un detonante para las negociaciones estancadas sobre la extendida crisis política de la nación sudamericana en vísperas de las elecciones presidenciales en 2024.
A inicios del mes de octubre, el gobierno norteamericano notificó a la ONU en un cable oficial que se permitirá que el fondo opere dentro de EE. UU. sin temor a que sea vulnerable a los prestamistas que buscan el pago de la deuda, según informaron personas familiarizadas con la situación.
Por su parte, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, autorizó los permisos correspondientes para el manejo del fondo el cual responderá con las necesidades humanitarias que el país posee, a causa del socialismo.
Fuentes cercanas a este acuerdo, confirmaron que el fondo concedido maneja la cantidad de 3.200 millones de dólares a nombre del The New Humanitarian. Por otra parte, aclararon que la firma de esta concesión no contempla el funcionamiento inmediato de la ayuda humanitaria.
Este importante cambio podría permitir que el esfuerzo de ayuda comience a operar este mismo mes, según ocho personas con conocimiento de los tratos.
Por su parte, el gobierno de EE.UU. reafirmó su disposición de trabajar con los bancos que tienen activos venezolanos, algunos de los cuales alimentarán el fondo, para garantizar su transferencia segura, dijeron las personas.
Antecedentes de las deudas del régimen venezolano
En el año 2017, el régimen venezolano incumplió sobre una abultada deuda de US$60.000 millones, por lo que quedó debiendo miles de millones de dólares en préstamos comerciales y laudos arbitrales.
Desde entonces, la atención de diferentes tipos de acreedores se centró en los activos extraterritoriales congelados por las sanciones implementadas por el expresidente de EE.UU., Donald Trump, como parte de sus intentos de cobrar las deudas del Gobierno y la empresa petrolera estatal PDVSA.
El principal activo offshore del país, Citgo Petroleum, está en alto riesgo ya que los acreedores como Crystallex y el gigante petrolero ConocoPhillips presionan a los tribunales para que obliguen a la venta de las acciones de su empresa matriz para que puedan cobrar laudos arbitrales por la expropiación de sus activos en Venezuela, según informó el El Espectador.