La implicación de decenas de países en el conflicto sirio es uno de los principales escollos para solucionar una guerra que ya dura un lustro y que no tiene visos de concluir, según denunció este martes la comisión de investigación de la ONU que indaga y registra las atrocidades cometidas en Siria.
"Lamentablemente, seguimos viendo una situación en la que interferencias externas en el conflicto continúan desviando el centro hacia intereses nacionales y regionales, y alejándose de los intereses de los civiles sirios", afirmó en rueda de prensa el presidente de la comisión, Paulo Sergio Piñeiro.
La comisión de Naciones Unidas que investiga las violaciones a los derechos humanos cometidas en Siria presentó este martes públicamente su duodécimo informe que relata las atrocidades cometidas desde enero hasta julio de este año.
Los miembros de la comisión vuelven a reiterar que la única solución posible al conflicto es la vía política a través de una negociación de paz, pero asumen que para ello se necesita voluntad política, solidaridad y deseo de dejar de lado los intereses propios.
"Creo que el principal obstáculo para lograr un acuerdo es la implicación de tantas naciones influyentes, que cada parte beligerante está apoyada por distintas naciones, diferentes círculos convergen, hay guerras dentro de la guerra", aseveró Piñeiro.
"Pero el hecho de que sea difícil el acuerdo no quiere decir que sea imposible", subrayó.
Consultado en reiteradas ocasiones sobre qué actor internacional tiene más responsabilidad, Piñeiro declinó responder recordando que la comisión es un órgano independiente de investigación y que no tiene mandato para juzgar.
Dicho esto, se refirió al informe, que enumera detalladamente todas las violaciones a la ley internacional registradas en Siria y adjudica la responsabilidad por las mismas en los casos en que se ha podido comprobar.
"Nosotros hablamos de que cesen los bombardeos aéreos, y todo el mundo sabe que quien tiene casi todo el control del aire es el Gobierno sirio y sus aliados rusos", afirmó.
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Con respecto a las intensas negociaciones entre Estados Unidos y Rusia para lograr un alto el fuego duradero que permita la entrega de ayuda humanitaria, que muchas fuentes dan por imposible y otras por aún factible, el jurista se decantó por la segunda opción y dijo que aún había esperanza de un acuerdo mientras hubiera negociación.
Precisamente, uno de los focos del informe estriba en el hecho de que tras el cese de hostilidades de febrero, cuando la violencia se redujo considerablemente en todo el país, a partir de marzo de detectó una clara "militarización" y un aumento de las violaciones cometidas.
"La evidente militarización que ha habido desde finales de marzo ha sido totalmente en detrimento de los civiles y esto es una vergüenza", dijo a su vez Vitit Muntarbhorn, otro de los cuatro miembros de la comisión.
Concretamente, los expertos se refirieron en varias ocasiones a la situación de Alepo -la ciudad más poblada del país antes del conflicto- donde 300.000 personas sobreviven bajo un sitio "de facto" de las fuerzas gubernamentales.
"Los crímenes cometidos en Alepo son inimaginables", subrayó Piñeiro.
Ante esta situación, los expertos hicieron un nuevo llamamiento para que se apoyen de forma clara los esfuerzos llevados a cabo por el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, que intenta retomar el diálogo de paz fracasado en abril tras dos rondas negociadoras que no dieron resultados concretos.
Con la información recabada por la comisión -que no tiene autorización para entrar en el país y la ha obtenido en 5.000 entrevistas por skype o personalmente a personas que han cruzado las fronteras- se ha elaborado una base de datos que será entregada en su debido momento a un eventual órgano judicial.
Asimismo, ha elaborado cinco listas con los nombres de supuestos autores de atrocidades cometidas durante estos cinco años.
Actualmente, 5,5 millones de civiles viven en zonas de difícil acceso, y cerca de 6,6 millones de sirios son desplazados internos y sobreviven en campamentos no oficiales.
A ellos se le suman casi 5 millones de personas que han abandonado sus hogares y se han convertido en refugiados en terceros países, "de los cuales solo el 10 por ciento se encuentran en Europa", según especifica el informe.
Con información de EFE