Conforme al director para veeduría de defensa en la Oficina de Washington para Asuntos Latinoamericanos y experto en seguridad y paz en Colombia, Adam Isacson, lo que el presidente estadounidense Joe Biden dice y hace, así como lo que calla y deja de hacer, siempre ha tenido mucho peso en Colombia. En razón de ello cree que el mandatario norteamericano debe distanciar a su país de líderes como estos, tanto con sus palabras como con sus acciones.
En un artículo de opinión publicado en el sitio Web de The New York Times, Isacson estima que la novel administración también debe distanciar a su país de ciertos elementos de las fuerzas de seguridad de Colombia. Sobre todo de su policía antidisturbios, el Escuadrón Móvil Antidisturbios, conocido como Esmad. Y cuyas tácticas brutales, como las califica, están siendo condenadas por los grupos de derechos humanos.
A su modo de ver, mientras siga en aumento el número de víctimas, el gobierno estadounidense debe suspender el financiamiento. Así como las ventas que destina a estas fuerzas de seguridad. Por lo menos hasta que Colombia restablezca los estándares del orden público que reconoce la comunidad internacional.
Opina: “Biden debe comprender que no estar de acuerdo con los políticos radicales del Centro Democrático no significa que deba quedarse callado respecto del vandalismo y la violencia que se perpetra en los márgenes de las protestas. Por el contrario, implica tomar partido a favor de los colombianos que entienden que solo un proceso político, que incluya los mecanismos de participación y diálogo establecidos por el acuerdo de paz de 2016, ayudará al país a superar los descomunales retos que le ha dejado la pandemia. Por último, significa que debe proporcionarle a Colombia el medio más eficaz e inmediato para recobrar la esperanza y reactivar su economía: las vacunas”.
Aquí va la transcripción completa del podcast que grabamos ayer sobre #Colombia con @gimena_wola: https://t.co/gvfRWdvY2N
— Adam Isacson (@adam_wola) May 14, 2021
Biden obligado a atender la desalentadora situación de Colombia
El columnista del diario neoyorkino considera también que al ayudar a Colombia a optar por el diálogo, el gobierno de Biden estaría desarrollando una guía para interactuar con sus homólogos de toda Latinoamérica. Y que allí varios países afectados por el virus se están enfrentando al populismo autoritario en medio de divisiones sociales profundas.
Prosigue: “Las noticias provenientes de Colombia son desalentadoras. Dos semanas después del inicio de protestas generalizadas, al menos 42 personas, incluyendo un agente de la policía, han perdido la vida. Y el número de víctimas sigue en aumento. Más de 1100 policías y manifestantes han resultado heridos. Y se cree que al menos 400 personas están desaparecidas, según un grupo local de derechos humanos”.
Recuerda que las protestas empezaron el 28 de abril debido a una reforma tributaria impopular. Y que son lideradas por sindicalistas, estudiantes, pequeños agricultores y defensores de derechos de la mujer. Así como por comunidades afrocolombianas e indígenas y personas LGBT. En general ahora los manifestantes hacen saber muchos otros reclamos relacionados con la profunda desigualdad económica. Y el fracaso del gobierno para establecer un acuerdo de paz en 2016 con el grupo guerrillero más grande del país y la violencia contra los líderes sociales. También denuncian la respuesta de las fuerzas de seguridad en las calles, que ha sido brutal, desproporcionada e indiscriminada.
Entre sus conclusiones destaca: “Colombia no puede darse el lujo de permitir que los enfrentamientos en sus calles se sigan intensificando. Y Washington necesita ayudarla a encontrar maneras de salir de la crisis. Las demandas tienen que encauzarse en un diálogo real entre los sectores agraviados y el gobierno. Se le debe dar prioridad al diálogo antes de que haya más muertes. Antes de que se extinga la posibilidad de resolver las diferencias por la vía pacífica”.
Al apoyar el diálogo en Colombia, Bien podría desarrollar "un esquema para su interacción con homólogos en toda América Latina, donde varios países golpeados por el virus enfrentan populismo autoritario, en medio de marcadas divisiones sociales”.https://t.co/bZQZawdjf6
— WOLA (@WOLA_org) May 13, 2021
Fuente: The New York Times