La oposición ecuatoriana insiste en que ganó las elecciones generales del pasado 2 de abril. Su candidato presidencial, Guillermo Lasso, tiene la convicción de que en los comicios hubo un fraude electoral. Por eso jugó este miércoles una nueva carta con la esperanza de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) anule los resultados que dieron como ganador al candidato oficialista, Lenín Moreno.
Ramón Rodríguez Bello / El Político
Lasso impugnó las elecciones. "Esto no es un capricho. Más de cinco millones de ecuatorianos votaron por el cambio", dijo en una conferencia de prensa realizada en Quito tras el procedimiento.
El candidato por la alianza CREO-SUMA tiene número distintos a los del informe final del CNE, que confirmó la victoria de su contrincante con 100% del escrutinio. Según el máximo ente electoral del país sudamericano, Moreno obtuvo 51,15 % de los votos (5.060.424 sufragios) y Lasso logró 48,85 % (4.833.828 votos).
El recurso presentando por el líder opositor se basa en presuntas irregularidades en 4.200 actas de votación, que involucrarían aproximadamente 1.098.196 votos. El documento de reclamo menciona un apagón electoral que sufrió la página web del CNE el día de las elecciones, firmas irregulares del presidente y actas con diferencias numéricas.
“Nunca reconoceremos un gobierno impuesto por la fuerza de un engaño”, insistió Lasso a sus seguidores en una concentración que realizaron por las inmediaciones del CNE después de presentar la impugnación.

Pocas probabilidades
La impugnación es un recurso previsto en la Ley Orgánica Electoral de Ecuador, que rige todos los procesos democráticos y de votación.
El CNE tiene tres días para decidir si acepta o no la impugnación. En caso de que la rechace, la oposición puede apelar al Tribunal Contencioso Electoral, que tiene ocho días para pronunciarse. La ley establece que si hay un recurso de impugnación en curso no se pueden declarar los resultados hasta que se resuelvan.
El propio presidente del CNE, Juan Pablo Pozo, había indicado que si se comprobaba la impugnación podía haber reconteo. “Si ellos presentan las actas para que nosotros podamos verificar inmediatamente haríamos cualquier tipo de reconteo”, dijo en una entrevista a CNN en Español.
Incluso el propio candidato electo, Lenín Moreno, está dispuesto a someterse a tal reconteo si lo hubiera, pero cree que los resultados son innegables. "El señor candidato opositor está ejerciendo su derecho a impugnar las actas, pero recordemos que la candidatura de oposición tenía un representante en todas las juntas electorales y que asistieron al cuento de votos y que deben proceder las altas (…) y deben haber hecho también su conteo rápido", dijo también a CNN en Español.
Para el CNE es casi improbable un fraude electoral, porque “este es un sistema electoral fortalecido, aquí se ha respetado la voluntad de la gente y aquí no le hemos quitado ni le hemos agregado ni un voto a absolutamente nadie”, sostuvo Pozo.
El presidente del CNE también negó las inconsistencias en actas: “Bajo ningún concepto esto puede señalar que hay algún tipo de cambio de datos o que si ha sido una votación al uno y se le da la votación al otro candidato”.
El máximo rector electoral confirmó la victoria de Moreno en cadena nacional de radio y televisión el 4 de abril. Allí el presidente Pozo presentó algunas razones que demostrarían la poca argumentación sobre las presuntas irregularidades que denuncia la oposición.
- La caída de la página web del CNE no afectó el conteo. Esto pudo ser constatado por las dos organizaciones políticas, que recibieron el archivo plano con el conteo.
- Se comprobó que 100% de las actas tenían firmas, por lo que se descartaron las presuntas 1.178 sin rúbricas denunciadas por la oposición.
- La diferencia entre votantes y voto, otro alegato opositor, es apenas 0,015 por ciento y para hablar de inconsistencia numérica debe ser superior al uno por ciento.