La posibilidad de una salida negociada a la crisis en Venezuela expuso este sábado opiniones a favor y en contra tanto en las filas chavistas como las opositoras, mientras unas sugieren un escenario de diálogo, otras se niegan rotundamente a las conversaciones pese a más de cien días de protestas.
El diputado Henry Ramos, expresidente del Parlamento, se mostró favorable a una negociación pero condicionó esas conversaciones a la suspensión de la Asamblea Nacional Constituyente, promovida por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, para redactar una nueva constitución.
Si el jefe de Estado "quiere dialogar que suspenda inmediatamente la constituyente y que convoque elecciones libres para cambiar de Gobierno", indicó el opositor en un mensaje en la red social Twitter.
Si Maduro quiere dialogar que suspenda inmediatamente la constituyente y que convoque elecciones libres para cambiar de gobierno.
— Henry Ramos Allup (@hramosallup) July 22, 2017
El miércoles pasado, en nombre de la coalición opositora la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), Ramos aseguró que anular la elección de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), prevista para el 30 de julio, sería un "gesto magnífico" que invitaría al diálogo con el Gobierno de Maduro.
Antes el diputado Freddy Guevara, vicepresidente de la Cámara, había asegurado que la oposición estaría dispuesta a "discutir sin manipulaciones" con el chavismo bajo esta misma condición, puesto que la MUD ve en la elección de la ANC un intento por "consolidar una dictadura".
Las declaraciones de Guevara se produjeron un día después de que el Parlamento, de mayoría opositora, realizara un plebiscito al margen del Gobierno en el que, según los organizadores, participaron 7,5 millones para rechazar la Constituyente, y aprobar la renovación de los poderes públicos e instaurar un gobierno de transición.
Sin embargo, este viernes el dirigente Andrés Velásquez, también en nombre de la MUD, descartó cualquier posibilidad de negociación con la "dictadura" tras recordar que cien personas han muerto desde abril debido a la violencia desatada durante las protestas, algo por lo que acusó a la llamada "revolución bolivariana".
Maduro, por su parte, ha reiterado que las conversaciones se han mantenido luego de que en enero se suspendiera una mesa de diálogo formal que duró cuatro meses y estuvo auspiciada por el Vaticano y la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que invitó para ello a expresidentes de España, República Dominicana y Panamá.
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Según el mandatario, se han dado más de cien reuniones de acercamiento entre las partes, muchas de ellas en secreto y gracias a la intermediación de José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los acompañantes designados por Unasur.
En este sentido, el alcalde del municipio caraqueño Libertador, Jorge Rodríguez, dijo este viernes que prefería "no hacer comentarios" sobre el tema pues, consideró, podría afectar el curso de las conversaciones.
Rodríguez es el máximo representante del Gobierno para estos asuntos y ha asegurado en varias ocasiones que la MUD se ha mantenido en la mesa de negociación pese a que varios de sus más altos portavoces niegan esta teoría.
Entretanto, el dirigente oficialista Diosdado Cabello, uno de los hombres más influyentes del chavismo, remarcó este sábado que no existe posibilidad de negociación con los opositores pues, ratificó, la elección de la constituyente "no la detiene nadie". EFE