El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó abrir una investigación para hallar a los responsables de la distribución de panfletos promocionales de un grupo racista blanco que fueron encontrados esta semana en una docena de casas en Lewiston, en el este del estado.
"Voy a ordenar a la policía estatal que trabaje con la policía local para hacer una exhaustiva investigación que halle a los responsables de distribuir esos panfletos repugnantes y determine si este acto está conectado con algún incidente relativo a los prejuicios en el estado", anunció Cuomo en un comunicado.
Según el jefe de policía de la localidad, Frank Previte, tres tipos de panfletos diferentes se distribuyeron entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves en hogares de distintas calles.
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"En uno, el título era ‘Crímenes de negros sobre blancos’ y daba estadísticas relativas a ello. El otro tenía que ver con los inmigrantes y la inmigración ilegal" e incluía información, desgranó el agente, mientras que el último se refería a "un tipo de ideología separatista" bajo el título "Las vidas blancas importan".
Previte señaló que algunos panfletos, envueltos y repartidos individualmente por las casas, mostraban la dirección de una página web y promocionaban una ideología racista blanca, que animaba a los vecinos blancos a juntarse y organizar reuniones locales.
El jefe de policía dijo el viernes que se estaban buscando responsabilidades sobre la distribución de los documentos, a pesar de que "nada defiende o amenaza ninguna violencia de ningún tipo" en ellos, aseguró.
Para el agente, los panfletos "no alcanzarían el nivel de un crimen" y el "único problema" a resolver sería el de su distribución, puesto que se trataría de una infracción por "tirar basura", según la normativa local.
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No obstante, el gobernador afirmó que los mensajes "contradicen todo" lo que representan los neoyorquinos.
"En Nueva York, somos una familia inclusiva y reconocemos que nuestra diversidad es nuestra mayor fortaleza. La intolerancia y el odio no tienen lugar aquí, y no tenemos tolerancia hacia la intolerancia", declaró Cuomo, quien se consideró "indignado y ofendido" por el contenido de los documentos.
Este acto racista se produce días después de un crimen de odio perpetrado en Nueva York, en el que un hombre blanco se cobró la vida de un negro.
El pasado lunes, Timothy Caughman, un desamparado de 66 años, fue asesinado por un hombre de 28 que viajó desde Baltimore a la ciudad con el objetivo de matar negros.
James Jackson, un veterano del Ejército, asestó varias puñaladas a Caughman en el pecho y la espalda con una espada corta.
Al homicida, que se entregó a las autoridades al día siguiente, se le acusó en la corte criminal de Manhattan el jueves de asesinato como crimen de odio y de tres cargos de posesión criminal de un arma.
Mientras que su abogado argumentó que Jackson tiene problemas de salud mental tras su regreso de Afganistán en 2011, la fiscal Joan Illuzzi-Orbon destacó que su intención era "matar tantos negros como pudiera en Nueva York".
EFE