El presidente Donald Trump anunció este miércoles una rebaja al 10% de los aranceles “recíprocos” impuestos a países de todo el mundo, así como una pausa de 90 días de la medida, a días de su introducción.
Según explicó, la decisión se debió a que “más de 75 países” se han puesto en contacto con miembros de su Administración para encontrar una solución pacífica al asunto.
Si bien – por el momento – el Gobierno de Trump no detalló cómo quedará el esquema arancelario, los beneficiados por el anuncio serían los principales socios comerciales de Estados Unidos que habían sufrido un aumento en la tasa que sus productos iban a pagar en la aduana norteamericana: la Unión Europea, Japón, Vietnam, Corea del Sur, Taiwán, India, Reino Unido, Suiza y Tailandia.
A esa lista se sumarían Indonesia, Malasia, Camboya, Sudáfrica, Bangladesh, Israel, Filipinas, Pakistán, Sri Lanka, Nicaragua, Noruega, Costa Rica, Jordania, Nueva Zelanda, Ecuador, Madagascar y Myanmar, que se habían visto más perjudicados, por aplicárseles aranceles de casi la mitad de lo que cobran a Estados Unidos.
En este mismo escenario estaban Túnez, Kazajistán, Serbia, Costa de Marfil, Lagos, Botswana, Trinidad y Tobago, Algeria, Lesoto, Mauricio, Fiji, Liechtenstein, Guyana, Bosnia y Herzegovina, Nigeria, Namibia, Brunei, Bolivia, Venezuela, Macedonia del Norte, Ghana, Papúa Nueva Guinea, Malawi, Afganistán, Zimbawe, Siria, Vanuatu, Moldavia, Angola, la República Democrática del Congo, Mozambique, Zambia, Irak, Camerún, Uganda, las Islas Malvinas, San Pedro y Miquelón, Santa Helena, Nauru, la Guinea Ecuatorial, Libia, las islas Norfolk, Reunion y Chad, que, en adelante, se enfrentarán a un gravamen del 10 por ciento.

En tanto, otro grupo de países no se vio afectado por la noticia ya que desde un primer momento fue alcanzado por un impuesto del 10 por ciento, en su mayoría por no representar un déficit sustancial para Estados Unidos o hacerlo en un nivel muy bajo.