Adrián José Velásquez Figueroa, guardaespaldas de Hugo Chávez, fue, a la sombra, el dueño de un terreno en Cap Cana, el exclusivo conjunto residencial con vista a la Costa del Coco, en el extremo este de República Dominicana.
El Político
Se trata de una de las parcelas sin desarrollar, con una superficie de 11.580 metros cuadrados y ubicada nada más y nada menos que a un costado del campo de golf de Punta Espada, en Punta Cana, la meca turística de la isla de La Española.
Un verdadero tesoro adquirido en diez millones de dólares, según datos del propio complejo turístico, que había pasado inadvertido bajo la fachada de una empresa llamada Settingsun Group, cuyas pistas llegan hasta fondos de venezolanos.
Settingsun Group
Escondida bajo el anonimato de los paraísos fiscales, hasta ahora Settingsun Group no era más que otra de tantas empresas registradas en las Islas Vírgenes Británicas.
Pero un legajo de 11,9 millones de documentos filtrados, investigados y publicados por más de 600 periodistas de todo el mundo –agrupados alrededor del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y lo que desde esta semana se empieza a conocer como los Pandora Papers– vuelve a traer, entre incontables revelaciones, el nombre de Velásquez a la luz pública, publicó Armando.info.
Ahora en los Pandora Papers, Velásquez Figueroa, conocido como el capitán Guarapiche, vuelve a figurar en empresas offshore.
El “Capitán Guarapiche” se hizo de un terreno ubicado junto al campo de golf de Punta Espada, en Punta Cana. Lo adquirió por 10 millones de dólares bajo la fachada de Settingsun Group, cuyas pistas llegan hasta fondos de venezolanos https://t.co/ap8KNSaSKu pic.twitter.com/4foTLoWxOi
— Armando.Info (@ArmandoInfo) October 5, 2021
Raúl Gorrín
En este caso, aparece una compañía registrada en Islas Vírgenes Británicas, Settingsun Group, en cuya junta directiva, a apenas un año de su constitución, Guarapíche reemplazó a otra figura connotada de la llamada boliburguesía: Raúl Gorrín, el dueño de Seguros la Vitalicia y del canal 24 horas de noticias Globovisión.
A Gorrín se acusa desde diciembre de 2020 en una corte del Distrito Sur de Florida, junto al propio Adrián Velásquez y su esposa, Claudia Díaz, de formar parte de una “conspiración de lavado de dinero que involucra más de mil millones de dólares en sobornos”.
Una filtración de 11,9 millones de documentos financieros, recibida y procesada por el @ICIJorg y compartida con otros 150 medios de comunicación, incluido https://t.co/r1sQRJS6sw por Venezuela, sale a la luz ?? #PandoraPapers https://t.co/eTxVpgUW6M pic.twitter.com/LFM5FlDyHu
— Armando.Info (@ArmandoInfo) October 5, 2021
Settingsun detentaba la propiedad de una parcela en Cap Cana. Así que, tras bastidores, la propiedad de Punta Cana pasó de Gorrín a manos de Velásquez el 23 de junio de 2013, justo dos meses después de constituir la empresa de Seychelles que le pillaron en los Panama Papers.
Registros del bufete Trident Trust
Ese día, según los registros del bufete Trident Trust incluidos en la filtración de Pandora Papers, Raúl Gorrín dejó de ser director de Settingsun para dar paso a Guarapiche y su hermano, Josmel José Velásquez Figueroa.
Estos, a su vez, abandonan la junta directiva en 2014 para que entrara el abogado dominicano Ángel Alberto Encarnación Amador, hoy subdirector de Aduanas en su país.
Raúl Gorrín había fundado Settingsun Group Limited en noviembre de 2012 en sociedad con otro venezolano, Juan José Ramírez Meléndez.
EEUU ha solicitado en extradición a Velásquez Figueroa y Díaz Guillén
A juzgar por los términos del juicio abierto en el Distrito Sur de Florida –y por el que Estados Unidos ha solicitado en extradición a Velásquez Figueroa y Díaz Guillén–, no es casualidad que el exescolta de Hugo Chávez haya sucedido a Gorrín en la propiedad de Punta Cana.
Se trataría de un indicio más de los alegatos que la justicia estadounidense ha venido presentando desde hace años con respecto a Gorrín, y que lo retratan como un empresario que soborna con yates, inmuebles, caballos de raza, relojes de lujo y depósitos en el exterior a funcionarios de la Oficina Nacional del Tesoro –principalmente, Claudia Díaz y un antecesor en su cargo, Alejandro Andrade–, a cambio de privilegios en el acceso a los cupos de dólares a tasas preferenciales que se instauraron durante el régimen de control de cambios que funcionó en el país entre 2003 y 2014.
Cuentas bancarias mantenidas a nombre de empresas fantasmas
“Para ocultar los pagos, Raúl Gorrín Belisario, junto con otros, utilizó cuentas bancarias mantenidas a nombre de empresas fantasmas y disfrazó una serie de pagos de sobornos en beneficio de Claudia Patricia Díaz Guillén haciendo los pagos a Adrián José Velásquez Figueroa, el esposo”.
Así lo afirma el escrito de imputación que la fiscal federal, Adriana Fajardo Orshan, formalizó en diciembre del año pasado contra la pareja. La acusación representa una ampliación del caso abierto contra Gorrín desde 2018.
Panama Papers
Hasta el 3 de abril de 2016 ese nombre era apenas conocido. Pero ese día, a la una de la tarde de Caracas, salieron los llamados Panama Papers.
Entonces, entre tantas extravagancias destacó la historia del exoficial. El exjefe de la Guardia de Honor que custodiaba al fallecido Hugo Chávez, a sus escasos 36 años, mantenía una sociedad offshore en las islas Seychelles, un archipiélago en el océano Índico, al suroeste de África.
Velásquez Figueroa abrió esa empresa el 18 de abril de 2013, cuatro días después de la apretada victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales sobrevenidas de aquel año en Venezuela, en las que se elegía al sucesor de Hugo Chávez.
Bleckner Associates Limited
Los registros divulgados entonces señalaban que estableció la compañía con el nombre Bleckner Associates Limited y un capital de 50.000 dólares, por intermedio del bufete panameño Mossack Fonseca, hasta entonces uno de los más buscados para crear sociedades.
La empresa había sido constituida para gestionar una cuenta en el banco suizo BSI, algo inusual para alguien de quien hasta entonces solo se sabía que percibiera el salario de un funcionario público en tiempos de control cambiario.
Pero la condición de su pareja, Claudia Díaz Guillén, remachaba una retahíla de dudas que le rodeaba. Díaz Guillén, también oficial retirada de la Guardia Nacional, había sido la enfermera de Hugo Chávez por siete años y luego convertida en jefa de la Oficina Nacional del Tesoro, cargo que desempeñó desde 2011 hasta unos pocos días después de que Guarapiche registrara la empresa en Seychelles en 2013.
Patrimonio oculto
Díaz Guillén y Velásquez Figueroa se casaron en ese mismo año de 2013. Pero ahora se sabe que, después de ese año estelar, la fábula de ascenso económico y social de la pareja no desembocó en el “y vivieron felices para siempre”.
El escándalo de los Panama Papers los conminó a abandonar el domicilio que habían establecido en República Dominicana para emprender una encrucijada legal en la que, hoy desde Madrid, para evitar su extradición a Estados Unidos, apelan a principios procesales y razones humanitarias ante la Audiencia Nacional de España.
Entre tanto, se ha venido revelando la extensión del patrimonio acumulado por la pareja tras unos pocos años de servicio estatal.
Ese destape arrancó apenas un mes después de las primicias de los Panama Papers, cuando una comisión de fiscales allanó tres apartamentos que tenían en Caracas, en el Conjunto Residencial Oasis de la urbanización San Bernardino, un barrio de clase media en el norte de la capital venezolana.
Durante el procedimiento, las autoridades confiscaron lo que describieron como una colección de autos de lujo, obras de arte, joyas y documentos relacionados con propiedades inmobiliarias dentro y fuera del país.
A cuentagotas, desde entonces le han ido apareciendo bienes y propiedades situadas tanto en el pueblo de Galipán, en el corazón del parque Nacional El Ávila, como en el archipiélago de Los Roques.
Una nota de Associated Press, basada en registros judiciales de Liechtenstein, sorprendió el año pasado al dar cuenta de una compañía establecida en San Vicente y las Granadinas y relacionada con Díaz Guillén, que había adquirido 250 lingotes de oro valorados en más de 9,5 millones de dólares.
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