El papa Francisco expresó su preocupación por la desproporción económica en el mundo y consideró que la desigualdad económica es la marca de un sistema económico que coloca en el centro al "dios dinero y no al hombre y la mujer".
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Manifestó que Latinoamérica está sufriendo un “fuerte embate de liberalismo económico”. Al respecto denunció que “los sistemas liberales no dan posibilidades de trabajo y favorecen delincuencias”. Citó como ejemplo las drogas ilícitas que alimentan negocios y mafias en los países latinoamericanos y que se lucran en los mercados negros de EE.UU. y Europa.
Esto, según el máximo representante de la iglesia, ha sido fuente de la crisis económica que sufre actualmente la región.
“En momentos de crisis, no funciona el discernimiento” y esto lleva a los pueblos a buscar un “salvador” que los defienda con “muros y alambres”, dijo el pontífice.
Al ser cuestionado sobre el nuevo presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, indicó que no le gusta anticiparse a los acontecimientos y que es mejor esperar a ver que hace el mandatario.
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En cuanto al papel de la iglesia como mediadora de paz en procesos como los de Venezuela y Medio Oriente declaró:"El mediador es aquel que se pone al servicio de las partes y hace que ganen las partes aunque él pierda. La diplomacia vaticana tiene que ser mediadora, no intermediaria". Añadió que “ningún país tiene derecho a privar a sus ciudadanos del diálogo con sus vecinos”.
Con información de Telesur