Otro infructífero viaje diplomático fue emprendido por el presidente de la moribunda Asamblea Nacional (AN), Julio Borges, quien se trasladó hasta la vetusta ciudad de Roma para reunirse junto el canciller del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin, con el propósito de conversar acerca del contexto situacional de Venezuela.
Andrés Manuel / El Político
El máximo representante del Poder Legislativo resaltó el hecho de que tanto el Cardenal Parolin como el Pontífice Francisco han analizado con mucha minuciosidad el panorama socio político y económico de la República venezolana; acorde con Borges, Parolin aún insiste en considerar como prioridades a la cooperación humanitara y el voto libre.
Durante el decurso de los últimos años, representantes del Gobierno se han rehusado tenazmente a contemplar la posible apertura de un canal humanitario, lo cual tendría el objeto de mitigar los efectos de la crisis económica, por considerarlo el pretexto ideal para una intervención extranjera.
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De acuerdo con las declaraciones emitidas por el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello,“Venezuela no va a aceptar intromisión ni injerencia de otro país, bajo ninguna forma”, refiriéndose al canal humanitario solicitado por la oposición, pues a su juicio “son instrumentos que ha utilizado el imperialismo para invadir pueblos”.
En otra secuencia de ideas, Borges – quien se reunió también con el canciller italiano Angelino Alfaro – informó que el gobierno de Italia no reconoce, ni reconocerá, a la Asamblea Nacional Constituyente.
Borges viajó a Roma para conversar sobre la apertura de canal humanitario https://t.co/et4hQp6p22 #ElPolitico pic.twitter.com/4Ge9Ez5jLt
— El Político (@elpoliticonews) December 11, 2017